Resumen y sinopsis de El trompetista del Utopía de Fernando Aramburu
Benito Lacunza, metido ya en los treinta, flaco y ojeroso debido a una existencia más bien crapulosa, ayuda por las noches en la barra del bar Utopía, en el madrileño barrio de Almenara. Y algunas veces, si el jefe se lo permite, ameniza a los clientes tocando la trompeta. Mientras sueña con que alguien reconozca un día su talento jazzístico, recibe la noticia de que su padre —un antiguo requeté y hombre severo de quien no guarda buen recuerdo, dueño de unas tierras y una casa solariega en Estella— está agonizando. Azuzado por la Pauli —su pareja, y la mujer por la que come caliente y duerme bajo techo—, marcha al pueblo natal de la familia para reclamar su parte de la herencia. Pero en Estella le aguardan problemas imprevistos: su hermano Lalo, un joven conocido por su generosidad, está a punto de casarse con una mujer de intenciones más que dudosas. Benito decide tomar cartas en el asunto, aunque ignora que un extraño encadenamiento de circunstancias está a punto de cambiar su vida para siempre.
Benito es un bohemio que gusta de holgazanear.
Este libro lo encontré por casualidad y sin esperar mucho encontré una prosa muy navegable.
Una trama sencilla pero buena, capta emociones humanas bien definidas, alguno que otro dilema moral y me parece una novela muy completa en relación con su alcancé.
La recomendaría para pasar un buen rato definitivamente.
El trompetista es un canalla pero con buen corazón, y a través de este entrañable personaje conocemos a otros también interesantes. El autor se centra en estos personajes por encima de concesiones literarias y circunloquios innecesarios. Entretenida y divertida.
En esta novela Aramburu nos pone en la piel de lo yo vulgarmente llamaría un "pieza".
Un músico bohemio que quema su vida en Madrid, yendo de bar en bar y de juerga en juerga.
La llamada que le anuncia la inminente muerte de su padre le hará volver al terruño; un pueblecito vasco que creía haber olvidado y en el que todavía quedan viejas heridas y cuentas del pasado.
Es un libro entretenido, con momentos divertidos, tiernos y melancólicos.
Se deja leer, pero no tiene el peso ni la hondura de los excelentes relatos de "Los peces de la amargura", que hasta la fecha es, sin duda, su mejor obra.