Resumen y sinopsis de Balada de perros muertos de Gregorio León
Los cadáveres de varias chicas han aparecido. Sus cuerpos descuartizados, mezclados y dispersos entre las arenas del desierto esconden algo más que un misterio. Uno que tiene al Chivo y su red de narcotráfico como el centro de todo lo macabro. El comisario Padura y Morgana, una enigmática pintora, son los únicos que se atreverán a hacerle frente; aún cuando saben que es un camino sin retorno hacia la perdición, hacia aquel lugar en el que surge siempre la inevitable pregunta: ¿Qué hay en Perros Muertos? ¿Qué hay? Nadie lo sabe. En realidad, nadie quiere saberlo porque existe algo ahí que prevalece perenne, con su hedor a desierto y basura, copándolo todo, como el olor del infierno. Y, aunque todos saben que Estados Unidos está muy cerca, apenas un poco más allá, resulta ser solo un horizonte sucio, emborronado por arena y miseria. Gregorio León rinde un homenaje literario a las mujeres muertas de Ciudad Juárez como solo puede hacerlo un escritor de sus características: escribiendo una obra totalmente sólida y potente. Gracias a la fuerza de sus personajes, la precisión de los diálogos y la construcción de un escenario tan opresivo como devastador –tanto que a veces parece un personaje más–, esta obra logró alzarse con el Premio Alfons el Magnànim de Narrativa 2008.