Resumen y sinopsis de La Dalia Negra de James Ellroy
15 de enero de 1947. Los Ángeles, un solar desocupado. El cadáver de una mujer de veinticinco años, desnudo y seccionado en dos partes. El médico forense determina que ha sido torturada durante días mientras ella seguía consciente. Un periodista bautiza a la víctima como «la Dalia Negra».
Los policías Bucky Bleichert y Lee Blanchard, dos ex boxeadores conocidos como Hielo y Fuego, son puestos al frente del caso. Al sumergirse en los bajos fondos de Los Ángeles para averiguar quién era la Dalia se verán atrapados en un circo mediático y en una investigación policial plagada de pistas falsas, intereses políticos y dificultades; un caso irresoluble que acabará por obsesionarles.
Basada en un suceso real e inspirada en el asesinato de su propia madre, La Dalia Negra es la primera novela del «Cuarteto de Los Ángeles», ciclo novelístico que figura entre los grandes clásicos del género negro y policial del siglo veinte. Un viaje por la cara oculta de los oropeles de Hollywood a través de los estercoleros morales de una sociedad obsesionada con el éxito y que solamente brilla en la superficie.
Fantástica novela con continuos giros, muy bien ambientada y con un buen final.
Uno de los crímenes más tristemente célebres y atroces de la historia de California le sirve a James Ellroy para construir, en un ejercicio de reimaginación histórica, un thriller de gran densidad, plagado de pistas, recovecos oscuros, tramas y subtramas, con abundantes nombres, fechas, lugares, digresiones que toma para abandonarlas y retomarlas mucho después. Hay intriga, hay sorpresas, así como una concienzuda exposición de la labor policial, sus jerarquías, sus investigaciones, pesquisas, interrogatorios… en uno de esos casos sin solución, que agotan las fuerzas de quienes intentan esclarecerlo, que conducirá a la dura pareja de agentes de la ley y exboxeadores Bleichert y Blanchard, alias “Hielo” y “Fuego”, al límite de sus fuerzas, e incluso a la locura.
Sin prisa alguna, el autor dedica una primera parte a presentarles, mostrando su ascenso en el cuerpo policial, sus personalidades dispares y sus habilidades tanto en las calles como sobre la lona. La novela es por tanto un homenaje y una condensación de montones de clichés vistos en el cine, en televisión y en literatura criminal, pero utilizados como base para una obra de alcance mucho mayor.
Porque además esto es un viaje directo al corazón podrido de la ciudad de Los Ángeles en los años 40, bajo la huella de las recientes guerras mundiales. O lo que es lo mismo, un submundo de corrupción a todos los niveles, de brutalidad policial, de tejemanejes políticos e institucionales, de gentes influyentes a quienes nadie pone una mano encima; por descontado que la mafia está detrás de todo aquello que huela a poder y a dinero. Sobre sus colinas se asienta Hollywood, la tierra de los sueños en celuloide, en la que naufragan los sueños de jóvenes aspirantes a actrices que serán destruidas sin piedad y todas las formas posibles; una ciudad de almas perdidas y de secretos empapados en sangre, de enorme desigualdad social y grandes bolsas de delincuencia y violencia racial.
Desde el olimpo de los magnates que la construyeron hasta las más infectas cloacas, nos damos de cara con lo peor. Depravación, ambiciones, sexo, ambientes de vicio y pornografía; como es de esperar, la visión que se ofrece del ambiente homosexual no es muy positiva y las muestras de racismo, homofobia, etc., son constantes… por si fuera poco, nos vamos de excursión a una frontera mexicana que es lo más parecido al infierno en la tierra.
Pero por encima de todo, esto es la novela de una obsesión. La Dalia, que lo preside todo desde más allá de la muerte, es la figura enigmática donde confluyen los hilos múltiples del libro, su “alma”; la de una chica inocente asesinada de manera sádica, la prueba visible del mal que hacen los hombres. Alguien totalmente mediocre, sin embargo, carente de nombre, o con muchos nombres, una de tantas. Seductora y engañosa también, removiendo el oscuro pasado de dos hombres, sus pecados y sus traumas. Se convertirá esta Dalia en el centro de un triángulo amoroso inestable, pues las apariencias engañan, todos mienten, como miente la ciudad, pero esto también es una novela de amor (aunque sea un amor de tintes necrófilos), de amistad que se pone a prueba… de dar golpes y de encajarlos como en un combate de boxeo.
Magistral el manejo de la voz narrativa, de gran contundencia y fluidez estilística, que corresponde a un tipo descreído, implacable, sí… pero también manipulable, con sus flaquezas; un superviviente, un ser humano como todos los demás, con toda su dignidad y con sus indignidades también.
El realismo minucioso, el cuidado por el detalle, se alternan con una preferencia por lo escabroso y una tendencia al guiñol sangriento, en especial cuando se exploran los entresijos de las buenas familias y se descubre un panorama de seres huecos, cobardes e inestables, atrapados en unos vínculos malsanos. Pero sorprende que incluso entre gente tan infame se puede hallar cierto halo de sentimientos humanos no del todo desaparecidos. Porque lo que nos impulsa, al fin y al cabo, pese a todo el mal y toda la desesperación, pese a la violencia y las mentiras, no es otra cosa que el amor.
Historia compleja, de las que hay de coger de seguido. Es ficción pura y dura, no es una teoría sobre quién pudo ser el asesino de este caso que pasó a la historia sin ser nunca resuelto. Es decir, lo único que hay de real es el nombre de la víctima y las circunstancias en que apareció su cadáver. Ya dice el autor en una nota al final que no tiene ni idea de quién la mató, pero que ese caso y el de su propia madre (que también fue asesinada) le empujaron a escribir historias.
El libro está bien escrito y ambientado. Se mezclan la investigación con triángulos amorosos, la prostitución, narcotraficantes, el mundo del boxeo, la corrupción...
Para mi gusto la introducción es demasiado larga. Una primera parte de 100 páginas que nos presenta a los dos principales protagonistas, pero que para mi gusto es excesiva y sin la cual el libro podría incluso ser mejor.
No hay que coger el libro pensando en la típica novela de crímenes ni en leer algo que nos acerque a la resolución del caso. Es algo mucho más extenso y global, que toca muchos más temas. Tiene en algún pasaje un estilo directo, grotesco, bestia y mordaz a veces que hará disfrutar a más de uno en más de una ocasión.
Es la novela típica de género negro, con una trama muy bien elaborada, con giros inesperados, con una investigación tortuosa en la que las apariencias engañan y con un final propio de las buenas novelas. Una novela muy recomendable para los amantes del género.
Compleja historia policiaca, de personajes con doble cara, de engaños y obsesiones. Muchas sub-tramas para resolver el caso que da título a la novela. Excelente introducción de la historia y el desarrollo de una jornada en el departamento de policía me parece muy real. Sin embargo, cuando nos cuenta el desarrollo del combate se excede demasiado, como en el medio del libro. Demasiadas divagaciones para cerrar la historia.
La conclusión final: novela buena. Excesivas dilaciones que, por momentos, desvanecen el suspense. Principio y final, bien logrados.
Buena historia y buen desenlace. Gran parte me mantuvo entretenida a excepción de una excesivamente detallada que estaría bien si me gustara el tema pero no es así, de hecho me vi tentada a adelantar unas cuantas páginas para continuar con el hilo principal.
La historia es buena, sin embargo, narrada con un excesivo detalle, la trama es compleja y al final un buen desenlace.. la novela es recomendable.
Crudo y directo. Ellroy maneja a la perfección los hilos del suspense en esta magnifica "obra policial".