Resumen y sinopsis de El señor del caos de Jonathan Rabb
El señor del Caos propone al lector imaginarse que un monje del siglo XVI llamado Eusebius hubiera escrito un plan dirigido a obtener el dominio mundial a través del caos, que superara con creces el ingenio y la osadía de Maquiavelo. Este texto se titularía Sobre la Supremacía y habría sido enviado al Papa Clemente VII, quien lo habría tenido en propiedad hasta su muerte, momento en que se habría perdido el rastro del documento. El manuscrito desarrolla el proceso de implantación del caos en todos los campos: económico, social y político, previo a la obtención del poder por este refinado demagogo.
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Trepidante novela de acción con un trasfondo literario, El señor del caos, sigue la estela que abrieron las novelas de Dan Brown y similares. Con esto no quiero decir que sea un mal libro. Solo otro más de una lista interminable de lecturas tan parecidas unas a otras que parecen idénticas.
El autor de esta novela, Jonathan Rabb, inició su carrera literaria con esta obra. Como escritor resulta un tanto burdo y bastante mediocre. Su estilo de escritura pese a ser muy dinámico, está desprovisto de elegancia. Y es que a su forma de narrar le falta soltura, realismo y equilibro. Remata el conjunto con una prosa bastante simple, un lenguaje meramente pragmático y unas descripciones escuetas aunque aceptables. Los personajes son harina de otro costal. En este tipo de novelas suelen ser el punto más débil. Y aquí no hay ninguna excepción. Los protagonistas, Sarah y Xavier, me parecieron planos, superficiales y vacíos. No tienen substancia y no te dejan más impresión que la de ser unas simples herramientas para que la trama progrese.
La historia que nos cuentan en El señor del caos, es la típica de toda buen thriller con conspiración incluida. En este caso la intriga está a cargo de un antiguo manuscrito escrito por un monje en el siglo XVI que proporciona las claves para poder construir un nuevo orden mundial estable y duradero. De un lado estarán Sarah, una agente gubernamental enviada a investigar lo que, en principio, parece información de relleno sin relación, y Xander, un joven profesor de universidad. En la parte contraria, una organización con años de preparación de ventaja que pretende derribar al gobierno e instaurar uno nuevo estable y perdurable, siguiendo las instrucciones del manuscrito del monje. Cuando Sarah descubre el nombre de Eisenreich durante su investigación consulta con Xander y a partir de ahí, se desarrolla una carrera contrarreloj llena de acción y emoción, en la que nuestros protagonistas intentarán evitar la caída en el caos de todo el país. Y obviamente (eso no hace falta ni decirlo) el desenlace se resuelve de forma satisfactoria demasiado rápido. Por cierto que las páginas finales están compuestas por el “auténtico” manuscrito de Eisenreich “Sobre la Supremacía” con una serie de puntos, demasiado vagos e imprecisos como para resultar realmente útiles, que explican cómo destruir el gobierno actual sembrando el caos para proceder a levantar un nuevo gobierno sólido y estable. De más está decir, que si no os interesa el tema, os resultará sumamente pesado leerlo.
En definitiva, El señor del caos, es puro entretenimiento, muy útil en la época estival o entre lecturas más densas. La única idea que puede sacarse, más allá de la historia principal, es que la literatura, aún habiendo sido escrita hace cientos de años, puede ser muy peligrosa. Pero me alegra ver que, con esta obra no es el caso. Su simpleza es tan grande que solo hay lo que ves. Sin dobles sentidos. El único caos que puede sembrar es el neuronal que te hará pensar, durante bastante tiempo, que leerse esta obra mereció realmente la pena.
Coincido en que la forma en que están intercalados los capítulos hace que su lectura sea enredada y caótica. Además la trama es poco creíble y toca el conocido tema de las conspiraciones.
Existen libros mejores y más entretenidos, en esta misma línea.
Leer este libro me costó bastante trabajo La forma que el autor tiene de intercalar los capítulos me causó confusión ya que la continuidad se ve pierde la continuidad de las historias.
A pesar de toda su extensión en la historia, la accion y el suspenso son mínimos, 200 páginas menos no le vendrían mal.
Despues de leerlo me quedo con una idea. El tiempo invertido en su lectura lo pude haber aprovechado en algo más útil.