Resumen y sinopsis de El nuevo orden mundial (y el viejo) de Noam Chomsky
Libro incluido en Biblioteca Selecta Forum de Barcelona 2004 Con la caída del muro de Berlín se supone que acabó una era y que ha comenzado otra. Pero el llamado orden mundial, nos dice Chomsky, es como el viejo con otro disfraz. Sus reglas básicas siguen siendo las mismas: los débiles están sometidos a la fuerza de la ley, mientras los poderosos se sirven de la ley de la fuerza; se imponen a los pobres los principios de la racionalidad económica, mientras los ricos se aprovechan del poder y de la intervención del estado. Chomsky desarrolla su razonamiento a través de la denuncia concreta de acontecimientos y situaciones, vistos en una cruda realidad que los medios de comunicación callan o disfrazan. Su reconsideración histórica de la guerra fría (que toma en cuenta los abusos y los crímenes de los dos bandos), el relato de los horrores de la matanza del Golfo, el desenmascaramiento del orden político-económico de los Estados Unidos le permiten explicar cómo funciona ese gobierno del mundo que garantiza el dominio universal de las naciones ricas (y el de los ricos sobre los pobres dentro de ellas) y ofrecernos un panorama realista del nuevo orden mundial y de sus reglas de juego.
Libro, a mi juicio, en exceso maniqueo y que carga las tintas sobre las mismas "confabulaciones en la sombra" de siempre. Responde a la visión conspiranoide i paranoide del mundo de sectores de la progresía americana. La postura de crítico de tu propio país parece muy noble, pero también sirve para vender libros desde una apariencia pretendidamente neutral, justa y "progresista". El hilo argumentativo está bien llevado dado que es innegable que NC sabe escribir, sin embargo la geo-economía llega a ser pesada por momentos. No se puede tampoco aprobar los planteamientos taxativos que hace su autor. No todos los males del mundo vienen de USA ni a estas alturas se puede hacer creer que unas pocas personas en la sombra mueven un mundo tan sumamente complejo. El maniqueísmo de su argumentación llega a extremos infantiloides para cualquier espíritu critico medianamente alerta. Esta obra demuestra que, el ser un buen lingüista, no faculta para ser una autoridad en otras áreas. Leer con calma, pues es muy denso, para conocer el pensamiento de su autor.