Resumen y sinopsis de El jugador de ajedrez de Julio Castedo
En los escaques Diego Padilla era un campeón; en la vida fue una víctima. Cuando el ajedrez endulzó su destino con el séquito del halago y la bendición del amor, los estragos de la Guerra Civil y la miseria de la posguerra lo empujaron al exilio en Francia. Aunque en el París ocupado pudo dar jaque al destino y salvar la vida, no se libró de la derrota final. Al horror le sucedió el espanto cuando supo que le habían robado lo único que todavía lo arraigaba al mundo. Algo más importante que su vida.Acaso el eterno combate de blancas contra negras acabó por ser el melancólico refugio contra la memoria de un campeón abatido por la tristeza definitiva. El ajedrez fue su vida, pero su vida no fue sólo el ajedrez.
Escrita con la prodigiosa sencillez de los mejores prosistas, en esta novela fascinante el lector puede ver los rostros de la bajeza y la crueldad, pero también los de la compasión y la amistad, que revelan la sustancia dúplice de la condición humana, capaz de urdir lo sublime y su reverso tenebroso. Si en Apología de Venus Julio Castedo entusiasmó con la profundidad de su mirada, en El jugador de ajedrez se revela como un gran maestro en el arte de contar historias que son un hachazo en la conciencia. No se es el mismo cuando se termina una de sus novelas.
La lectura de El jugador de ajedrez es apasionante; Diego Padilla, el protagonista, conoce lo dulce y lo amargo, el amor y la muerte; nos lleva a través de sus recuerdos con agilidad y una emoción creciente, desde el sórdido escenario de la posguerra hasta las cárceles nazis. El pulso narrativo de Julio Castedo no decae nunca y conmueve en los momentos precisos. Un grato descubrimiento.