Resumen y sinopsis de Diario de un genio de Salvador Dalí
Diario de un genio (1952-1964), que sigue a Mi vida secreta, revela a un Dalí cotidiano, de una extraordinaria autenticidad, una especie de retrato de Dalí desnudo, contemplándose con sumo deleite en el espejo ante el cual él mismo se sitúa. Pero lo que salta a la vista es que Dalí no sólo ama su reflejo : presentes en él, y mucho más allá de su propia imagen, están las grandes cuestiones que agitan el pensamiento del genio que él jamás dudó que era. Como no teme las palabras, juega con ellas a placer, tiñiéndolas de un irresistible humor. El retrato que hace de sus contemporáneos es fulgurante, a veces respetuoso, otras demoledor, siempre irónico. Y, por encima de todo ello, las peripecias espirituales de un artista que lleva la conciencia de su arte hasta el paroxismo y los límites de la locura -sin los cuales no hay auténtica aventura- y una vida convertida ella misma en obra de arte, en continuo espectáculo, en incesante invención.
Este libro comprende el diario, más intimista que íntimo, del genial pintor Salvador Dalí (Figueres 1904 - Púbol 1989) durante los años comprendidos entre 1952 y 1964.
Este intimismo debe ser entendido, a mi juicio, como corriente artística dentro de la literatura.
Como no podía ser de otra manera tratándose de quien se trata, está todo él escrito en clave de supuesto humor, al fin y al cabo él en ningún momento lo considera así, y pleno de sarcasmo e ironía sin respetar a nada ni a nadie (se salvan exclusivamente su adorada musa Gala y su gran amigo el escritor Josep Plà)
Más que sus propias acciones, lo que realmente deja al descubierto, lo expone sin pudor, son sus pensamientos, sus formas de entender el arte y esos pequeños detalles que hacen que su mente vea de repente la luz y se emplee en trabajar sin descanso sobre el detalle de una obra (explica como se desarrolló el trabajo de su Asunción, obra principal y de sus preferidas, de como se le aparecieron los pies, los dibujó y los pintó. Sus Cristos...tantas obras y tan geniales)
Con sus obras es tierno, con su musa cariñoso, con sus colegas...un permanente dolor de cabeza.
Se acerca y se aleja de Dios con la misma facilidad con la que se maneja con los pescadores de su querido Port Lligat (ese localización del pez medio podrido antes de pintarlo) o con lo más granado de Nueva York, con los periodistas que le reclaman o los modelos que, circunstancialmente, decide y deciden trabajar con y para él.
Trufa la narración con detalles escatológicos como la cantidad, calidad y olor de sus deposiciones; sus fijaciones con las nalgas que sus compañeros de escuela no entienden. Otros dolorosos, tales como las ulceraciones que le salen en las comisuras de los labios producidas por una excesiva salivación y que se niega a secar y limpiar. Otras divertidos, el famoso untado de miel en el bigote para atraer a las moscas e inspirarse con la reverberación de su aleteo..
Como si de un gran espectáculo se tratase, disecciona y retrata todo lo que oye y ve; sus sensaciones, su propia vida y lo convierte en espectáculo.
Hace menciones de los amigos y conocidos con los que se relacionó, aunque no sea en el momento temporal que ocupa el diario (Lorca, Buñuel, Bretón, Picasso...) De su expulsión del grupo de surrealistas...un sin fin de situaciones de toda condición.
Capítulo aparte merece su devoción hacia Rafael Sanzio, al que considera el pintor perfecto (Rafael Sanzio -Urbino 6.4.1483 / Roma 6.4.1520- uno de los 3 grandes pintores del Renacimiento junto a Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel Buonarrotti, Qué pintor no sería cuando, muriendo con 37 años, pasó a la Historia como excepcional. Como curiosidad, nació y murió en Viernes Santo)
Ahora bien ¿es todo fruto de esa genialidad desmedida, visible indudablemente repasando su obra?¿Obedece este libro a su también desmedido egocentrismo y distorsiona a propósito su realidad?
¡Nunca lo sabremos! Es lo que tiene los genios, son inalcanzables.