Resumen y sinopsis de Lo que tarda en morir un idiota de José Manuel Aguilar
Un abogado es asesinado de forma brutal y sin motivo aparente. Consciente de lo extraño del comportamiento del homicida, el fiscal encargado del caso pide ayuda al psicólogo forense Manuel Artacho que, partiendo del análisis de la conducta, comienza a desenredar un misterio donde el pasado y la banalidad del mal son los protagonistas. Manuel Artacho transitará por las diferentes expresiones del dolor psicológico y físico, al tener que enfrentarse a una de las más devastadoras muestras de la crueldad humana, agarrándose para no sucumbir a la desesperanza en la cotidianidad, en la belleza gastada de lo que le rodea y en la reconfortante sensación de elaborar distintos platos de cocina que comparte con sus lectores para que éstos, si lo desean, puedan unirlos a las recetas que les brindaron Carvalho o Montalbano.Ha participado en esta ficha: yiyolon
Esta novela negra tiene una historia muy bien lograda, aunque no demasiado original, que te engancha desde la primera hoja. También aporta datos históricos muy interesantes sobre el papel de la psicología forense y sus aplicaciones legales. Sin embargo, De vez en cuando, el autor, a través del protagonista, tiene accesos filosóficos en los que se cuestiona la vida humana, el bien, el mal, etc. Algunas de estas reflexiones son interesantes, otras inmensamente aburridas, pero en cualquier caso hacen que el libro pierda agilidad. Lo mismo podríamos decir de las entrevistas con Marcelo, que el autor va intercalando entre los capítulos a las que no encontré ningún significado o vinculación con la historia más allá de que ambos personajes se conocían. Todos estos elementos densifican la historia y la hacen más pesada.
En cuanto al final, he de confesar que los motivos del asesino son tremendamente previsibles, pero no por eso dejan de ser brutales, y lo que es más importantes, cuadran con el resto añadiendo verosimilitud a la historia.
En resumen, nos encontramos ante un libro con un estilo narrativo correcto y una historia que, a veces es un poco pesada y densa pero que, en cualquier caso, se deja leer y permite pasar una tarde entretenida.
La novela negra sueca inunda las librerías, y la verdad es que son muy buenos todos los autores, pero J.M. Aguilar no tiene nada que envidiar. La trama discurre en Córdoba, aunque el nunca llega a nombrar la ciudad, y es ágil, original y engancha al lector desde primer momento.