Resumen y sinopsis de Antígona de Sófocles
Entre las siete tragedias de Sófocles (c. 496-406 a.C.) que se han conservado completas, Antígona ocupa sin duda un lugar privilegiado. Como figura heroica la trascendencia de la protagonista ha propiciado innumerables relecturas a lo largo de los siglos (con una excelente acogida en el teatro contemporáneo) y ha dado pie a especulaciones filosóficas de todo pelaje. El personaje, encarnación del conflicto entre individuo y sociedad, lo consiente y lo aviva. Creonte, rey de Tebas, impone la prohibición de dar sepultura a Polinices, alzado contra el estado y muerto en lucha fratricida. Antígona, contraviniendo esas órdenes explícitas, arroja un puñado de tierra sobre el cadáver de su hermano, proporcionándole así un enterramiento simbólico.
Ha participado en esta ficha: Almaga
Buena obra con los típicos líos griegos de por medio.
Me ha recordado a una frase de Thoreau que decía algo así como que la justicia está por encima de la ley.
De las 7 tragedias de Sófocles fue la que más me gustó, toca un tema muy interesante, qué es mejor? Seguir las leyes dictadas por hombres o las dictadas por los dioses? Muy buena obra.
Aunque menos brillante que "Edipo Rey", se trata de una tragedia con mayúsculas, donde a mi entender destacaría la enseñanza de lo nocivo que resulta, sobre todo en los gobernantes, la testarudez y la falta de sensatez. Lo que nos cuesta a los seres humanos rectificar y lo inútil que resulta hacerlo tarde o a destiempo.
Muy recomendable.
Si te gustan las tragedias clásicas con múltiples muertes, esta es tu obra. Realmente el final es impactante a más no poder (no rebelaré el mismo). Este libro es la continuación de "Los siete contra Tebas", y la tensión radica en dar o no dar sepultura al hermano de Antígona, muerto al asaltar la ciudad en el enfrentamiento contra su otro hermano. Ella desea que descanse en paz enterrado, pero el rey de Tebas Creonte se opone a ello. El resultado actúa como moraleja para seguir las leyes y no ofender a los dioses que todo lo ven.
Una tragedia más de los Labdácidas; un clásico literario de Sófocles bastante entretenido y de lectura fácil y rápida. Se pone en la balanza el compromiso por las leyes morales y por las leyes estatales. Recomendado
Última de las tragedias que afecta al linaje de los Lablácidas; aquí, Antígona hace gala de lo que en nuestros actuales sociedades denominaríamos objeción de conciencia en el ámbito de la fe; la contraposición entre el poder civil, el Estado, y el poder religioso, los designios divinos, aunque, más bien en lo primero, un tirano. Una lectura contemporánea puede llevar a concluir que la lógica secular no puede siempre imponerse a la religiosa, por muy irracional, absurda o incluso contraria a la ley que pueda ser (de ahí el reconocimiento en ciertos casos del derecho a la objeción de conciencia). Ahora bien, no queramos extender esta praxis moral a todo ámbito y situación, como algunos puedan pretender, pues la colisión entre ambas realidades suele decantarse a favor la civil, por obvias razones de representatividad popular y sistemas de valores acordes a los tiempos. Dejando a un lado todo esto, excelente tragedia, que muestra la severidad acostumbrada de los dioses griegos.
No he leído más de Sófocles, pero considero que gracias al tratamiento de temas que llegan a la médula de la reflexión ética y metafísica que subyace en cada hombre, además de su sentido trágico, que arranca voluntades para terminar su lectura, la han constituido en una de las lecturas obligadas para cada ser humano. Tristemente, el darla a leer a los niños es confundirlos con temas en los que no están envueltos. Es una lectura apta sólo para personas que anden buscando el sentido de la existencia.
Sin alcanzar las cotas de "Edipo Rey", Sofocles escribe una tragedia que continua abordando el desdichado destino de Edipo, Layo, Yocasta y, en este caso, sus descendientes: Eteocles, Polinices, Ismene y Antígona. Lo trágico refluye también en sus tíos: Euridice y Creonte.
Una buena obra de teatro.
Son de esos clásicos que pueden (y ya fueron) analizados en una pluralidad inmensa de campos, más allá del literario. Muy bueno para seguir con el mito de Edipo Rey.