Resumen y sinopsis de Valle perdido de Iskander de Robert E. Howard
Las arenas del desierto o las playas de los mares del Sur le son indiferentes a Robert E. Howard a la hora de plasmar las aventuras de sus héroes. Son personajes más grandes que la vida, más poderosos que las fuerzas de la naturaleza y más terribles en su ira y su venganza que los mismísimos dioses del Infierno. Después de las aventuras de Dennis Dorgan, marinero de segunda clase, le toca el turno a uno de los personajes más carismáticos e interesantes del texano: Francis Xavier Gordon, El Borak, El Rápido. Un hombre llegado de las llanuras del Oeste norteamericano para enfrentarse a la maldad encarnada en todos aquellos que pretenden hacer de las estepas de Asia el patio trasero de sus fechorías. El Borak, como hiciera el legendario Lawrence de Arabia, se pone de parte de los nativos para ayudarles a conservar una independencia que todo Occidente pretende arrebatarles, convirtiéndoles en meros peones de un gran juego que, al igual que pasaba con Kipling, los considera como piezas prescindibles de una partida que se desarrolla por todo Oriente y que tiene como objetivo la conquista final del mundo.