Resumen y sinopsis de El rayo que no cesa de Miguel Hernández
El rayo que no cesa es uno de los más conmovedores libros de poesía castellana. El descubrimiento del amor constituye para Miguel Hernández una extraordinaria aventura poética. Empieza a explorar una nueva dimensión de su ser, la que le liga a los más elemental humano, y descubre que amor y muerte son cara y cruz de una misma moneda. De ahí brota la vivencia básica de la "pena", que, rebasando los límites personales, hace al poeta cargar, solidario, con el dolor de todos los desheredados. Autor de estudios básicos para el conocimiento de la época y del poeta -La poesía española entre pureza y revolución y La poesía de Miguel Hernández-, Juan cano Ballesta ofrece en este volumen una guía segura para adentrarse en la riqueza de El rayo que no cesa, así como en los poemas de "El silbo vulnerado" y los publicados en la revista El Gallo Crisis que dirigió Ramón Sijé, su "compañero del alma".
"Con tu pie vas poniendo lo admirable / del nácar en ridícula estrechura, / y a donde va tu pie va la blancura, / perro sembrado de jazmín calzable.
A tu pie, tan espuma como playa, / arena y mar, me arrimo y desarrimo / y al redil de su planta entrar procuro.
Entro y dejo que el alma se me vaya / por la voz amorosa del racimo: / pisa mi corazón que ya es maduro."
Obra poética que refleja un canto al amor, a la vida, a la admiración de las cosas bellas y sublimes, pero también a la muerte rondante, al luto, a la exasperación de un alma interior agitada que bulle constantemente y siente la necesidad de dirigir sus "rayos destructores" desde el corazón hacia el exterior, dando a conocer así su pasión y su dolor, lo vulnerable de los sentimientos y las pérdidas inevitables que dejan un recuerdo imborrable en el tiempo.
Sencilla poesía de amor/desamor entrelazado con el mundo campesino del que proviene Hernández. Unos sonetos fabulosos sobre el campo y una gran critica a la ciudad.
Cualquier puntuación para valorar poesía creo que es subjetiva, incluso atrevida. Sin embargo Miguel Hernández es un poeta con una misticidad y una vitalidad majestuosas, además del amplio vocabulario y el uso valiosísimo y continuo de poesía metafórica. Me encanta.