Resumen y sinopsis de El quimérico inquilino de Roland Topor
El quimérico inquilino es la primera novela de Topor, un relato sórdido e inquietante que Roman Polansky llevó al cine y protagonizó con bastante acierto. Es la historia de la progresiva autodestrucción psicológica y física de su protagonista al quedar atrapado en la espiral de la locura y sus terrores. Trelkovsky, un joven parisino correcto y discreto, alquila un apartamento que ha quedado libre en la calle Pyrénées. Poco a poco, las relaciones con los vecinos y su obsesión por la trágica desaparición de la antigua inquilina, le van sumergiendo en una pesadilla llena de extrañas visiones, una grotesca trampa que adquiere las precisas dimensiones de un agobiante apartamento. El final inesperado constituye una obra maestra del «tercer acto», un desenlace en el que el autor sugiere la terrible idea de la historia circular, del eterno retorno del tormento.
Sobre El quimérico inquilino, el prestigioso escritor y guionista John Collier dijo lo siguiente: «Una historia de terror realmente actual, tan estrechamente enrollada sobre sí misma, tan fría, sigilosa y mortal como una serpiente en la cama».
Historia angustiosa, agobiante, claustrofóbica. El libro está bien escrito, pero la trama no me ha gustado nada. Esta clase de narraciones tendrá sus seguidores entusiastas, pero no es mi caso. La película es muy fiel al libro. El film también es para fans incondicionales de Roman Polanski.
Historia angustiosa, agobiante, claustrofóbica. El libro está bien escrito, pero la trama no me ha gustado nada. Esta clase de narraciones tendrá sus seguidores entusiastas, pero no es mi caso. La película es muy fiel al libro. El film también es para fans incondicionales de Roman Polanski.