Resumen y sinopsis de La ventana pintada de José Carlos Somoza
Javier Verdaguer, un hombre de mediana edad, fetichista admirador de Jodie Foster y a quien las miserias cotidianas -la grave enfermedad de su hijo, la infidelidad de su mujer- le hacen refugiarse en el cine, verá desdibujarse los límites entre la realidad y la ficción cuando una sucesión de aparentes casualidad lo lleven hasta la Filmoteca Soledad, y se vea inmerso en un misterio que escapa a cualquier explicación racional. Un viejo que se parece a Borges, un joven obsesionado con Charlot cuya dependencia del cine es más peligrosa que su adicción a las drogas, un extraño cine-club donde se programan interminables sesiones de una misma película a gusto de cada espectador, y una secta de cinéfilos cuya mayor aspiración es "atravesar la pantalla" y de esta forma alcanzar otra forma de realidad, son algunos de los elementos de esta intriga cuyo verdadero protagonista no es otro que el cine. El propio protagonista, Javier Verdaguer, se unirá a la secta el día que decida someterse a una interminable sesión continua de la película "El silencio de los corderos". De esta forma, José Carlos Somoza desarrolla algunos de sus argumentos predilectos -el cine, los límites entre la realidad y la ficción, los sucesos aparentemente casuales pero de inquietante transcendencia…- para conformar un relato de intriga, ambientado en las calles del centro de un Madrid desasosegador.
Ha participado en esta ficha: bclaudia
"La ventana pintada" (Premio Café Gijón 1998) un libro original y bien escrito con 2 relatos sobrepuestos e imbricados: el protagonista es un hombre apocado y lacónico que vive muy mal la leucemia de su hijo y la incomunicación con su mujer al cabo de 15 años de matrimonio. Al mismo tiempo este hombre es un fanático de cine a tal punto que pierde pie con la realidad y termina loco viendo una ventana pintada en los muros, una transposición de su retina después de haber visto tanta pantalla.
Uno de los libros más aburridos que he leído en toda mi vida, no se como lo hice, pero conseguí acabarlo. Aunque lo leí de adolescente, recuerdo que fue un verdadero suplicio. Ridículo y pedante hasta más no poder.