Resumen y sinopsis de Melocotón en almíbar de Miguel Mihura Santos
Obra de teatro de Miguel Mihura, estrenada el 20 de noviembre de 1958 en el Teatro Infanta Isabel de Madrid.
Cinco atracadores, tras haber desvalijado una joyería en Burgos, se refugian en un piso alquilado. Cuando Cosme, uno de ellos presenta síntomas de lo que en principio parece un resfriado y termina mostrándose como una pulmonía, esconden las joyas en una maceta y avisan a la dueña de la vivienda, Doña Pilar para que avise a un hospital. En el sanatorio, ante la falta de enfermeras, envían una monja, Sor María, para que atienda al enfermo. Sor María, comienza a hacer preguntas de difícil respuesta para los atracadores
Miguel Mihura (1905-1977) rompió con su primera obra, Tres sombreros de copa los moldes del teatro de la primera mitad del siglo XX. Hombre genial, vividor, dibujante (Gutiérrez), periodista (La Ametralladora y La Codorniz), guionista (¡Bienvenido Mr. Marshall! en colaboración con Berlanga), escritor y dramaturgo, es, antes que nada, un poeta. Así lo ve Antonio Mingote en su excelente prólogo a las dos obras que hoy publicamos: Melocotón en almíbar y Ninette y un Señor de Murcia. Como en todo el teatro de Mihura, son los personajes femeninos los que animan y argumentan las dos comedias: la monja sor María, detective aficionada; Nuria, una chica de vida alegre; Doña Pilar, ama de casa tontaina y charlatana, o Ninette, prototipo de mujer ideal, libre, alegre, desinhibida. Con Melocotón en almíbar parodia de las novelas policiacas, consigue Mihura una comedia de suspense pulida y trabajada; Ninette y un Señor de Murcia, donde caricaturiza la vida española de la época, en su contraste con la parisina, es sin duda, una de las mejores comedias de su autor. Y, tal vez, desde el punto de la mecánica teatral, la mejor.
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Graciosa obra teatral que me ha provocado más de una sonrisa. En ella, una monja muy perspicaz logra desvelar la identidad de unos atracadores que se hallan escondidos en una vivienda. La manera inocente con la cual desenmascara la identidad de éstos está muy conseguida, hasta el punto de que en ocasiones me pareció que un investigador o policía estaba vestido de monja. Lo más flojo es el final, abrupto y sin una conclusión clara.
Una comedia entretenida y con gracia, con una trama basada en mantener una situación engañosa de aparente normalidad por parte de la banda de atracadores ante los inocentes personajes de la casera y la monja enfermera. Ello da lugar a los correspondientes equívocos en los diálogos y situaciones para regocijo del lector o espectador. Aún no tengo muy claro, si la monja era tan inocente o fue demasiado lista.
La verdad es que me sorprendió este libro, me lo mandaron para clase y pensé que sería horriblemente malo, pero resultó ser un libro bastante decente, entretenido y sobre todo ingenioso, de todos modos, no lo recomendaría, hay muchos libros mejores que leer.