Resumen y sinopsis de La muerte como efecto secundario de Ana María Shua
Ernesto Kollody y su padre viven en Buenos Aires, donde los barrios no son de nadie y la policía ha perdido el control. El padre de Ernesto, el hombre que siempre ha controlado la vida del hijo, es internado en una Casa de Recuperación, nombre que se da a los geriátricos, donde sólo se entra, pero donde ningún enfermo sale vivo. Cuando Ernesto se da cuenta de que la vida de su padre corre peligro, organiza un equipo para salvarlos y sacarlos de allí.
Esta novela de 1997 es la cuarta novela de la escritora,fue seleccionada en 2007 entre las 100 mejores novelas de los últimos 25 años por 81 expertos y la lista fue publicada por la revista colombiana Semana.
Estoy de acuerdo con la selección porque esta novela epistolar es impresionante: muy bien escrita, concisa y bien organizada, pero es la novela más negra y al mismo tiempo más verosímil que uno pueda imaginar.El protagonista es Ernesto Kollody, un cincuentón divorciado, con perfil de perdedor que escribe una carta amorosa a una ex-amante al mismo tiempo que se explaya sobre su relación amor-odio con el padre, este padre que lo ha ridiculizado toda su vida porque Ernesto es un hombre débil físicamente (piernas escuálidas, calvicie, artrosis), pero también psicológicamente porque es la imagen del « hijo eterno » apocado por un padre dominador.
El poder del padre es tan aplastante que para poder vivir, Ernesto decide matarlo : la muerte como resultado, como efecto de la opresión. La historia transcurre en una sociedad en la que vivir y morir son efectos. Efectos de un sistema neoliberal. En un mundo donde todo es simulación y apariencia, el dolor y la muerte se presentan como el único espectáculo real. La muerte se organiza como un espectáculo circense que se vende. Las muertes y las agonías son filmadas como reality shows, son una mercancía porque son valorizadas por la gente.
No existen detalles positivos en esta novela, todo es negro y negativo, solo que a veces hay un poco de humor . Me parece que hay una voluntad subliminal de la escritora por saldar cuentas con los complejos y soterrados sentimientos de amor/odio hacia los padres.
Estamos en un Buenos Aires futurista donde reina la violencia y el caos, donde la gente vive en barrios « cerrados » para protegerse, especialmente los ricos. Los otros barrios son « tomados » y la gente marginal que los habita los tiene impracticables por la violencia ambiental. La gente ya no puede pasear por las calles porque los asaltos están a la orden del día y los automóbiles tienen que ser blindados para resistir a los tiroteos que surgen de improviso. La gente circula armada. El Estado no tiene ningún poder. En Buenos Aires reina el desempleo, el desamparo y la injusticia por lo que el dinero constituye un amparo y un bienestar.
Las Casas de Recuperación son un gran negocio, son unos asilos para ancianos que los conservan en vida a cambio de disponer del dinero de ellos mientras estén vivos, un dinero que se complementa con un subsidio estatal, que aumenta mientras se prolonga la internación, es decir, la vida del anciano. Pero no todos los viejos quieren estar internados, los hay que han fugado y formado una comunidad de Viejos Cimarrones, viejos de los cuales no se tienen más noticias, ni siquiera de su muerte.Una novela que conlleva una profunda reflexión social y política porque da cuenta de una desintegración social. Una novela de anticipación de un tipo particular de ciencia ficción, una utopía negativa como la de Orwell donde el horror brota de un estado de cuasi anarquía.
« Es pues un enamorado que habla y dice » citaremos en epígrafe esta frase de Roland Barthes porque son las palabras con las que Barthes abre su obra « Fragmentos de un discurso amoroso« , exactamente como Ernest Kollody-narrador y protagonista comienza esta novela, escribiéndole a su amada.
Un libro un tanto extraño, cuyo tema central es la relación de amor-odio con los padres cuando estos llegan a la vejez. Empieza muy bien, reflejando la atmósfera opresiva de una relación viciada entre un padre y un hijo. La narración en ocasiones a una tercera persona, ex amante del protagonista, le añade un toque de originalidad a la lectura. Lástima que el libro va perdiendo fuerza a la vez que avanza, para acabar en un final que me ha decepcionado un poco. En cualquier caso, es una lectura recomendable.