Resumen y sinopsis de El club de los viernes de Kate Jacobs
Georgia Walker es ahora una mujer feliz. Pero las cosas no siempre han sido fáciles para ella. Doce años atrás, cuando estaba embarazada, su novio James la abandonó para irse a vivir a Francia. Pero ahora James ha regresado de Francia para conquistar de nuevo a Georgia y ejercer de padre de su hija ya adolescente… Gracias a los consejos de una buena amiga, Georgia es dueña de una bonita tienda de lanas en Nueva York, donde da también clases de punto y donde se ha creado un curioso club. En efecto, cada viernes, se reúne en el local de Georgia un variopinto grupo de mujeres que, a través de su pasión común por el punto, han desarrollado una fuerte amistad. La laboriosa actividad da pie a que cada mujer dé rienda suelta a sus anhelos, sus pasiones y sus angustias.
Han participado en esta ficha: tarba yiyolon bclaudia
Lo mejor que se puede decir de, El club de los viernes, es que es de lo más convencional. No tiene ni presenta ningún elemento diferenciador, innovador o sumamente atractivo. Así que su enorme extensión, para la trama que narra, consigue que leerlo te resulte un poco aburrido, aunque acaba resultando enriquecedor, lo que creo que compensa su lectura.
Kate Jacobs, autora de esta obra, es una escritora novata. Pero debo decir que no se le nota nada. Y es que su estilo de escritura, aunque simplón resulta equilibrado y claro. Para ello cuenta con una prosa insultantemente sencilla, un lenguaje pragmático a más no poder y unas descripciones demasiado escuetas como para llegar a tener algún interés. Y luego están los personajes. La mayoría son secundarios habituales de este tipo de novelas y, por tanto, parecen tener un desarrollo a medias. Sin embargo, la protagonista de la historia, Georgia, tampoco parece estar mejor construida. Intuimos algunas cosas de su forma de ser, pero la mayor parte del tiempo, me resultó un tanto fría, superficial y algo plana para ser el personaje principal.
La historia que narra, El club de los viernes, podría ser el equivalente literario a esas películas horribles de sobremesa donde todo acaba bien y la vida se resuelve de forma perfecta. Estamos ante un libro muy tranquilo, sin apenas giros argumentales y con una trama facilona hecha para gustar y poco más. En esta insulsa novela seguimos la vida de Georgia Walker, madre soltera y dueña de un negocio de punto en Nueva York. Georgia sobrevive como puede y, junto con Anita, viuda alrededor de los sesenta años que comparte su amor por el punto, acaba reuniendo un pequeño club de punto que se reúne en la tienda los viernes por la noche. Ahí conocemos a K.C. que trabaja en una editorial, Lucie, realizadora de vídeo y Darwin, una brillante mujer que no es capaz de tejer y que va al club con la excusa de documentarse para su tesis doctoral. Con el tiempo, cada una va contando su propia historia, sus miedos, inseguridades y dificultades. Pero estas son solo historias secundarias, ya que la verdadera trama se despliega cuando con James, la ex pareja de Georgia y padre de Dakota, su hija de doce años, que llevaba una década desaparecido, reaparece con intenciones poco claras. Al mismo tiempo, Cat, una antigua amiga, también hace acto de presencia, y es entonces cuando la vida de Georgia y de todos los miembros del club, empieza a cambiar de forma sutil pero efectiva. Y, si tenéis un poco de imaginación, ya sabréis como va el resto. Pero he aquí un aviso para navegantes. Si esperáis un gran y estupendo final… más os vale que ni empecéis. El desenlace, pese a ser real hasta cierto punto, no encaja ni a golpes con el resto de la novela. Resulta decepcionante y bastante triste.
En suma, El club de los viernes, es una novela escrita por y para mujeres, que intenta ser entretenido a la vez que mezcla algún mensaje positivo y motivador. En realidad, es un cliché en toda su extensión. Y, aunque al final parece que la autora ha decidido insertar un poco de realismo a su novela, la mayor parte del tiempo tenía la sensación de estar leyendo una trama llena unicornios y algodón de azúcar. Es una novela para pasar el rato. Y encima aprendes un montón sobre cómo hacer punto. Lástima que no me interese demasiado…
A mí me ha gustado, no se me ha hecho tedioso y es de fácil lectura. La historia que cuenta sobre la amistad inesperada que une a ocho mujeres muy diferentes es entretenida.
Me gustan este tipo de libros: tranquilos, pausados y con una sencilla (pero no por ello simple) historia detrás. Y el final... ¿qué decir del final? Humaniza completamente el resto de la novela porque, amigos, así es la vida. Nadie dijo que fuera un camino de rosas.
Estos son los libros que me gustan, los que cuentan historias más o menos entretenidas, con sentimientos y emociones y te tienen en ascuas y enganchada durante lo que dura la lectura del libro. La parte del final muy emocionante y emotiva. He visto que hay segunda parte... Lo leeré...
Disfrutar, disfrutar, disfrutar... de cada página y cada capítulo, me gusta tejer y me ha parecido una novela entretenida. Como son en realidad las mujeres tejedoras apoyándose unas a oras. ¡A empezar la segunda parte!
Es una novela fácil de leer. Entretenida y bonita.
Al principio bien, pero luego siempre lo mismo, las conversaciones entre ellas pierden interes, y al final resulta flojo.
Una historia que en ningún momento me ha enganchado. Decepcionante, quizá por las muchas expectativas que tenía yo con respecto a este libro.
Regular, buen comienzo pero luego se hace tedioso, mejorando hacia el final.
La historia muy superficial, no llega a enganchar porque no profundiza prácticamente con nada. El final no me gustó nada.