Resumen y sinopsis de El Palacio de la Luna de Paul Auster
Marco Stanley Fogg (por Marco Polo, por el Stanley que encontró a Livingstone y por el Phileas Fogg de La vuelta al mundo en ochenta días) está a las puertas de la edad adulta cuando los astronautas ponen el pie en la Luna. Hijo de padre desconocido, muerta su madre cuando él tenía once años, Marco Stanley fue educado por su tío Víctor, un excéntrico que se ganaba la vida tocando el clarinete en orquestas de mala muerte. Ahora, en el comienzo de la era lunar, muerto su tío, Marco Stanley Fogg solo tiene dinero para sobrevivir unos pocos meses más. Gradualmente, pero sin pausa, va cayendo en la indigencia, la soledad y una suerte de tranquila locura de matices dostoievskianos, donde su vida se reduce a explorar los gozosos infiernos del despojamiento absoluto.
Vive ya como un animal en una cueva de Central Park, en un semidelirio provocado por el hambre, cuando la bella Kitty Wu lo rescata. Fogg se salva y decide, por primera vez en su vida, buscar un trabajo. El destino, y una compleja red de significantes en torno a la luna, lo lunar y la luz, le llevan a trabajar como lector y acompañante de Thomas Effing, un viejo pintor paralítico. Y escribiendo la biografía de Effing, que este quiere legar a Solomon Barber, el hijo al que nunca conoció, Marco Stanley Fogg descubrirá, en un viaje que le lleva desde el Palacio de la Luna, un restaurante chino de Nueva York, a los lunares paisajes del Oeste americano, los misterios de su propio origen, el nombre y la identidad de su padre.
Paul Auster ya había utilizado, en Ciudad de cristal y en El país de las últimas cosas, las convenciones de la novela de género –la policíaca y la de ficción científica, respectivamente–. En El Palacio de la Luna recurre a la novela de aventuras a lo Julio Verne, a los folletines del siglo XIX y hasta a la novela victoriana para construir uno de los libros más sutiles, más llenos de resonancias de la literatura americana contemporánea. El Palacio de la Luna puede ser leído como un elegantísimo folletín contemporáneo sobre la paternidad y la impostura, pero también como una espléndida novela de aventuras sobre la aventura de crear.
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Bien escrita y con una historia interesante y atrevida, aunque a veces las historias que se narran dentro de la historia, se hacen un poco largas y algo aburridas. Por un lado admiro la imaginación del escritor y su libertad para escribir esta historia, por otro lado, tantas coincidencias se hacen algo inverosímiles.
Una novela maravillosa: original, interesante, entretenida, emotiva, bien escrita… ¿alguien da más? Paul Auster se trabaja una ficción que parece estar basada en algunos hechos de su propia vida y que nos lleva de viaje, tanto por Estados Unidos, como por los rincones más recónditos del alma de sus protagonistas.
No sé si era la pretensión del autor o si es consecuencia de su talento natural como escritor, pero es una novela que resulta sobre todo conmovedora, predominando el componente intimista sobre el épico, y eso que este último no es en absoluto desdeñable. Para los que tienen la suerte de no haberla leído aún, os aconsejo que la coloquéis en lugar preferente en vuestra lista de pendientes; no os defraudará.
Genial Auster, en todo su esplendor. Antes de esta obra, recomiendo otras más "sencillas" del mismo autor (Brooklyn, Trilogía...), pero está entre las mejores de Auster.
Novela que apunta a un mundo de misteriosas conexiones, azares y signos, donde lo absurdo acaba adquiriendo una particular simetría... y la luna, con su enigmática presencia, parece ser el símbolo del cambio, de la realidad oculta de las cosas. Está presente, además, la idea del descubrimiento y del viaje a lo desconocido. La vida, para Paul Auster, es una aventura, un devenir de acontecimientos mejores y peores, una trama que durante generaciones (padres, hijos, nietos) toma formas cambiantes y semejantes a la vez, sin principio ni fin aparente. Historia de autodescubrimiento, de búsqueda tanto del padre perdido como de uno mismo, de cómo el trauma puede cambiarnos radicalmente, donde cobra especial relevancia el paisaje mítico estadounidense (la ciudad de Nueva York, el lejano oeste), al igual que la idea de escritura y de re-creación (en forma de novela, de memorias, incluso de la propia ficción que estamos leyendo, como manera de rendir cuentas). Todo esto es lo que me ha sugerido mi primera lectura de Auster en mucho tiempo; escritor genuinamente americano, de enorme talento narrativo, que engrana historias dentro de historias y hace retratos completos de personajes que calan hondo con aparente facilidad. Lejos de resultarnos artificial, tan rocambolesco argumento termina pareciéndonos extrañamente familiar.
Primera novela de Paul Auster que leo y que me va a llevar a leer más de su obra literaria. Muy recomendable.
Me ha gustado mucho la gran variedad de historias que se van enlazando a través de todo el libro.
Me atrevo a calificar esta novela como magistral. Y con ello me refiero a la maestría que demuestra el autor para combinar diferentes recursos narrativos y obtener una novela tan interesante, entretenida y emotiva como ésta. Además, la traducción me ha parecido magnífica: no se nota en absoluto. En resumen, la lectura de "El palacio de la luna" me ha resultado un placer.
Me admiró su planteamiento. Ese inválido invidente que reclama descripción completa de lo que no ve, ese mal humor, esa forma de comer, ese pasado y esas historias concurrentes. Me encantó de principio a fin, es mi segunda novela favorita de Paul Auster, detrás de El libro de las ilusiones.
Auster vuelve a un tema bastante común en su producción.
Éste es otro retrato de soledad y de decadencia del ser humano.
De frustración por un mundo que no reúne nuestras expectativas, que nos ahoga y acota los caminos.
La búsqueda de los orígenes será la única salida.
Un parche y un remiendo.
Un bálsamo que cierre heridas y sane el corazón.
No es de mi preferidas de Paul Auster, pero tiene su cosa. El sabor enigmático, y sobre todo el primer tercio de la novela, es de una calidad sobresaliente.