Resumen y sinopsis de Máscaras de Leonardo Padura
Tras un macabro asesinato, el teniente Mario Conde debe resolver un caso lleno de implicaciones religiosas, diplomáticas y culturales en la Cuba actual.
En la tupida arboleda del Bosque de La Habana aparece un 6 de agosto, el día en que la Iglesia celebra la transfiguración de Jesús, el cuerpo de un travestí con el lazo de seda roja de la muerte aún al cuello. Para mayor zozobra del Conde –el policía encargado de la investigación–, aquella mujer «sin los beneficios de la naturaleza», vestida de rojo, resulta ser Alexis Arayán, hijo de un respetado diplomático del régimen cubano. La investigación se inicia con la visita del Conde al impresionante personaje del Marqués, hombre de letras y de teatro, homosexual desterrado en su propia tierra en una casona desvencijada, especie de excéntrico santo y brujo a la vez, culto, inteligente, astuto y dotado de la más refinada ironía. Poco a poco, el Conde va adentrándose en el mundo hosco en el que le introduce ladinamente el Marqués, poblado de seres que parecen todos portadores de la verdad de Alexis Arayán... Pero ¿dónde, en semejante laberinto, encontrará el Conde su verdad?
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Una vez más vivimos La Habana de cerca y Padura toca un tema muy controvertido en el país como es la homosexualidad. Des de la aparición de la película Fresa y Chocolate en el año 1993, la cuestión de la orientación sexual era de debate público y empezó a trastocar los valores de la vieja guardia. Con Máscaras, Padura pone el dedo en la llaga y, de la mano del detective existencialista Mario Conde, intenta resolver un crimen con la homosexualidad de por medio. Venganzas, miedos y viejas rencillas políticas están encima de la mesa en esta fantástica novela. Si os gustaran las novelas previas de la tetralogía, esta no decepciona. A la espera de leer Paisaje de otoño, Máscaras es la que más me ha gustado por su contenido políticosocial.
Creo que es el opus que menos me ha gustado de la tetralogía. De todas maneras aparece el simpático teniente Mario Conde en una aventura durante un cálido verano caribeño. Mario Conde tiene dificultades en su trabajo, está “castigado” por sus superiores a raíz de una pelea pública a trompazos con uno de sus colegas, el teniente Fabricio.
Ha sido juzgado por el Tribunal Disciplinario y condenado por un período de 6 meses a llenar tarjetas y pasar telex en la Oficina de Información hasta que el caso sea analizado y se decida si vuelve a las investigaciones. Pero su jefe, el Viejo, lo llama porque necesita ayuda en un caso difícil, el asesinato del hijo homosexual de un alto personaje de la diplomacia cubana. Aquí incurrimos en el mundo de la homosexualidad y del travestismo habaneros, con una intriga policial como hilo conductor. Mario Conde resolverá el caso en 4 días y se dará una semana de asueto después de la investigación, en los brazos de una hembrita acogedora que conocerá en sus incursiones detectivescas.