Resumen y sinopsis de El lugar de los caminos muertos de William Burroughs
William Burroughs es una figura capital dentro de la vanguardia artística y del pensamiento crítico de la segunda mitad del siglo XX. La prolífica leyenda de su pasado, el contenido escatológico y brutal de algunas de sus novelas, los diversos secuestros y procesos legales de su novela escándalo, El almuerzo desnudo, o el efecto dispersante y caótico de sus métodos narrativos han contribuido a difundir una imagen tópica, entre monstruosa y demoníaca, de Burroughs, de su propósito como escritor y de la finalidad de su universo novelístico.
El lugar de los caminos muertos, febril, desconcertante, mordazmente divertida y brillante, constituye quizá el discurso más exaltado de Burroughs. Erótico y violento, lleno de imágenes alucinatorias, es un western surreal que involucra al lector en la cruzada de un pistolero, Kim Carsons, que pretende organizar el planeta Tierra según su propia idea de la cordura. Es una obra enraizada en el lado más oscuro de la imaginación americana, su territorio real es el caos del inconsciente.
Llegué al libro con la esperanza de que mantuviera el equilibrio entre narrativa convencional y narrativa experimental que había tenido la anterior parte de esta trilogía (Ciudades de la Noche Roja). En efecto, hay muchísimo más de lo segundo, por lo que uno se encuentran con situaciones y personajes que cambian de una oración a otra; la trama es difícil de seguir y, por eso, aburre mucho y uno no siente el deseo de seguir leyendo. Más o menos se entiende qué pasa, pero la mayor parte uno está completamente perdido. Burroughs dijo que su meta no era entretener cuando escribía. Bueno, lo logró con creces. Las pocas partes coherentes, por otra parte, están muy bien escritas.