Resumen y sinopsis de Diario de Hélène Berr
Entre abril de 1942 y marzo de 1944, Hélène Berr, estudiante en la Sorbona, escribió un diario, un documento intensamente emotivo, íntimo, conmovedor y atroz, además de un texto de una madurez literaria asombrosa. Al principio, su amistad con otros estudiantes y profesores, la música y la vida familiar conforman la imagen de una mujer feliz y realizada. Tiene veintiún años, y su belleza es equiparable a su talento. Pero estamos en el París de la ocupación nazi y su familia es judía. Aunque su padre está completamente asimilado, empieza a asaltarle la preocupación. Y justo entonces se ordena a los judíos que lleven la estrella amarilla. A pesar de la dificultad, Hélène sigue con su rutina, y cuida de los niños de familias judías deportadas. Finalmente, en marzo de 1944, Hélène y su familia son arrestados, y enviados a Auschwitz. Como se descubre más tarde, viaja en la «marcha de la muerte» y muere en 1945, sólo unos días antes de que liberen el campo. Las últimas palabras del diario son un eco horroroso y conmovedor: «¡Horror! ¡Horror! ¡Horror!» Un libro de tan extraordinario impacto internacional que se le ha comparado con el Diario de Ana Frank, y que cuenta con un prologuista de excepción y buen conocedor del tema: Patrick Modiano.
Cuando la compré en la librería, pensé que iba a ser una novela del holocausto más.
Muy pronto me di cuenta de mi error.
Es el Diario íntimo de una joven que está en su esplendor.
Una chica jovial, alegre, con ganas de vivir; que estudia, que es solidaria, y que no pierde la esperanza y la confianza en los demás.
Su pequeño pecado es ser judía en la Francia de Vichy.
Poco a poco, el terror y el horror la irán acotando: dificultando su sensatez y su rutina.
Es tremendamente terrible. Y muy, muy conmovedora.
Es estremecedor conocer de primera mano el sufrimiento de miles de personas por la locura de un dictador y el silecio de la iglesia católica y del resto de la gente.
Nos muestra un abanico de personas, las que están de parte de los judíos, las que los odian y las que se aprovechan del dolor y el miedo rapiñando.
Hay una diferencia entre el Diario de Anna Frank y éste y consiste en que Anna estuvo mucho tiempo escondida y Helene ha vivido en París moviéndose y trabajando hasta el momento de su detención.
Leyendo este diario no podemos sentirnos indiferentes al horror y la barbarie.