Resumen y sinopsis de Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores de Antón Pávlovich Chéjov
Qué, por qué, para quién, cómo escribir; cuándo y cuánto. Chéjov no escribió nunca un ensayo ni un esbozo siquiera de teoría literaria, pero en su correspondencia con amigos, editores, otros escritores y aspirantes a escritores, abundan las notas y reflexiones, a menudo tan concisas que parecen máximas o aforismos, sobre el quehacer narrativo, su sentido y su alcance. Piero Brunello, profesor de la Universidad de Venecia, ha entresacado de esta correspondencia una selección de pasajes en los que se tratan aspectos generales del arte de narrar y cuestiones concretas como la construcción de personajes o la descripción de paisajes y sentimientos.
Selección de pequeños fragmentos de la correspondencia de Chéjov en los que propone consejos sobre el arte de escribir y reflexiona sobre el papel del escritor frente a sus contemporáneos, frente al público, la crítica, etcétera. Lejos de ofrecer cualquier atisbo de teoría literaria y disquisiciones especialmente complejas en torno a la escritura, lo que expone el autor es muy de sentido común, una serie de recomendaciones siempre útiles que cualquiera puede aplicarse (concisión, ausencia de artificios, sinceridad, protagonismo del personaje por encima de la trama...), y muy en consonancia con la personalidad y la forma de ver el mundo de este maestro del relato corto; alguien que siempre desconfió de ideologías que pudieran imponer un pensamiento único, pretendiendo mantener (¿ingenuamente?) una postura lo más neutral posible, como hombre y como artista. Alguien que buscó por encima de todo, en definitiva, la fidelidad a sí mismo, rechazando frontalmente todo lo falso, lo hipócrita, intentando acercarse lo máximo posible a la verdad de la vida, por incómoda y triste que ésta pudiera ser a veces. Sin ser de izquierdas, Chéjov mostró una notable preocupación por los más desfavorecidos, por el progreso y el bienestar social. Sin considerarse un liberal, puso al individuo moderno en el centro de sus preocupaciones. Un tipo bastante humilde y que no quiso tener la última palabra sobre nada, que incluso duda de sí mismo y de su obra. Un médico tanto de cuerpos, capaz de diagnosticar los males físicos, como de almas, con un cierto don para examinar con atención aquello que nos impide ser felices.
Qué habría pasado si estos consejos no hubiesen llegado a manos de las editoriales... En fin..., creo que ahora hay mucho material asequible y de cualquier tipo para el lector. Pienso que son más factibles sus búsquedas en lo referente a la literatura y la escritura. Gracias a la red he encontrado gran cantidad de buenos libros.