White Mike no fuma, no bebe, no se droga, lee a Camus y a Nietzsche, y ha terminado el instituto. Era un buen estudiante, pero ahora lleva seis meses sin hacer nada. Entretanto, se ha convertido en un camello sumamente eficaz y está ganando una pequeña fortuna. Allí estarán los jovencísimos Mark Rothko y Timmy, que aspiran a ser gángsters. Y la muy guapa Sara Ludlow, la chica más popular de su universidad, ocupada en organizar fiestas para ser famosa. Y su amiga Jessica, menos guapa que Sara y bastante más torturada, adicta al Twelve, la nueva droga de diseño. Y Claude, que ha sustituido la adicción a la cocaína por la afición a las armas, que almacena en su dormitorio...
Cada tantos años, aparece un autor muy joven, casi adolescente, que da cuenta de la entrada a la vida de su generación. Sucedió hace unos años con Menos que cero, de Bret Easton Ellis, y sucede ahora con Twelve, de Nick McDonell.
Es un libro bastante entretenido, pero le lastra un final un poco precipitado y que en alguna parte pierde un poco el rumbo (deliberadamente), aun así Nick Mcdonell se muestra como un autor al que seguir la pista.
Es un libro bastante entretenido, pero le lastra un final un poco precipitado y que en alguna parte pierde un poco el rumbo (deliberadamente), aun así Nick Mcdonell se muestra como un autor al que seguir la pista.