Resumen y sinopsis de La feria de las vanidades de William Makepeace Thackeray
Una obra maestra de la literatura del siglo XIX con ilustraciones originales del autor.
William Thackeray es uno de los escritores satíricos ingleses más populares de todos los tiempos. Heredero de Dickens, supo como nadie retratar las contradiccionesd e su tiempo. Ahora Lumen publica una edición de lujo de su obra maestra, La feria de las vanidades, una de las lecturas más deliciosas de todos los tiempos.
Vanity Fair es indiscutiblemente, y cualesquiera que puedan ser las preferencias personales del lector o del crítico, una de las novelas capitales del siglo, admirable por su concepción general, por la maestría de la ejecución, por el estilo, y también por su relación con las otras grandes obras novelescas que la preceden y la siguen.
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Ironía pura exquisitamente escrita.
La primera frase que me viene a la mente con respecto a este libro es “¡Gracias a Dios ya lo he terminado!”. He estado cuatro largos meses para terminarme este libro, el cual compré esperando acabarlo en escasas semanas. Durante mucho tiempo soñé con tener este libro en mis manos, cosa que costó mucho debido a lo difícil que me fue encontrarlo en alguna librería, tanto es así que lo encontré en una librería de segunda mano y en una edición de los 70’.
El motivo fundamental por el que me moría por leerlo era porque esperaba encontrarme ante una crítica mordaz, inteligente y desbordante de sátira. Muy por el contrario me encontré con un libro bastante monótono, en el cual el autor (el cual, he de decir, es uno de los autores más participativos que he tenido ocasión de leer en mi vida) no para de adelantarnos que hechos muy trascendentales y escabrosos iban a tener lugar de un momento a otro, y que la narración de hechos más cotidianos eran necesarios para introducirnos ante lo que se acercaba. Nada más lejos de la realidad, terminé por leer el libro queriendo conocer el tan esperado final, pero resultó ser uno de los finales más aburridos que he leído en toda mi vida.
Los personajes son bastante insulsos, la única que se destaca en cierta medida es Becky, pero tampoco de modo especial pues el autor, según dice para evitar la censura, nunca termina por aclarar que perversiones comete ésta. El personaje de Amelia me pareció de lo más ridículo, una exageración de la pureza y el recato que llegan a hartar y a hastiar sobremanera. Por no mencionar los reiterados pasajes en que el autor enumera una y otra vez personajes famosos que no se conocen y encima se deleita en contar cosas de sus vidas, que no interesan en la trama.
En síntesis, me he llevado un verdadero chasco ante esta obra y no se la aconsejo en absoluto a nadie.