Resumen y sinopsis de El ángulo del horror de Cristina Fernández Cubas
Nadie, al finalizar la lectura de El ángulo del horror, podrá estar seguro de no encontrarse con que los objetos más habituales, la casa natal, los familiares o amigos han cobrado una apariencia insospechada. Y es que desde la primera línea entramos en un mundo en el que la quietud, el desconcierto, las extrañezas de la vida cotidiana y a ratos un aparente disparate conspiran para dejarnos entrever oscuros mecanismos del alma. Aunque, ¿tiene algo de anormal que a Marcos le guste deambular desnudo por casa arrancando los más tétricos sonidos a su querido helicón ? ¿Parece raro que un niño se crea, por error, el único destinatario del legado del abuelo ? ¿Acaso el clima de tensa expectación que se crea cuando Carlos descubre el terrible ángulo no recuerda algo ya vivido por cualquiera ? Y ¿quién no ha sentido la exasperación de la Flor de España, agobiada por la conversación trivial de una mujer obsesiva ? Nada es alucinación, todo es real. Pero algo se quiebra irremediablemente en algún lugar.
“El ángulo del horror”, como se llama este tercer libro de relatos de Cristina Fernández Cubas, no es nada concreto. Es la mirada, el punto de vista desde el que algo totalmente normal se descubre de algún modo horrible, como una revelación que arruina toda inocencia, que además es incomunicable, y sin embargo, susceptible de heredarse.
“Helicón” vuelve a la cuestión del doble en una historia que apuesta por la confusión, el disparate y lo grotesco, jugando con la suplantación de identidad, las mentiras que se van de las manos, los secretos inconfesables, proyectados sobre un instrumento musical poco común, las dificultades del amor y de llegar íntimamente al otro… y la opción de elegir para nosotros una identidad falsa, pero que de algún modo resulta ser la verdadera y que mejor expresa nuestro modo de ser.
“El legado del abuelo” nos destapa la guarida de fieras que es, una vez más, la familia, sus fingimientos y la pérdida de confianza de un niño en sus parientes, con una relación materno-filial complicada, muertos cuya influencia se alarga hacia los vivos y una peculiar búsqueda del tesoro. Sin embargo, y aquí surge lo hermoso y triste de un relato como este (de los mejores de la colección), acabamos por caer en esos errores que achacamos a nuestros mayores, en esa misma dureza emocional, juzgamos cuando no debemos y ya es demasiado tarde.
Finalmente, “La flor de España” retoma la idea de observación y manipulación entre cruel y fascinada, discreta e incluso amorosa, esta vez en un ambiente de españoles expatriados... curiosamente, la supuesta calidez de nuestro carácter adquiere tintes hostiles, al contrario que la supuesta frialdad de la cultura nórdica.
Conjunto de cuatro cuentos con calidad dispar. Los mejores son: "El ángulo del horror" (una pesadilla que conduce a la locura y a la muerte) y "Helicón" (un juego maravilloso entre dobles gemelos). El único que no me gustó fue "La flor de España" (confusa tragedia de una letra en un aparador de una tienda). El último cuento, sobre una pipa de oro de un abuelo que al morir no llega a su destinatario, no está del todo mal ("El legado del abuelo").
Tenemos aquí cuatro relatos estupendos con la maestría de Fernández Cubas en lo que a narrativa fantástica se refiere. Ella lleva la mano alta en España con relatos al estilo de un Allan Poe o de un Cortázar.
El primer relato es "Helicón", nombre de un instrumento de música, donde un hombre lleva una doble vida porque se ha inventado un hermano gemelo, doblez que le sirve para ocultar su lado tenebroso. El segundo es "El legado del abuelo" donde un chico es detentor de la clave del cuento; el tercero da el nombre al libro y cuenta la "rareza" de las cosas y de las gentes según el ángulo con que se las miran y el último, "La flor de España", conlleva bastante ironía y reúne españoles en el extranjero que se frecuentan y se espían.
Todos muy buenos, con una prosa impecable.