Resumen y sinopsis de La broma infinita de David Foster Wallace
Un lugar: Enfield, Massachusetts. A cien millas de la Gran Concavidad, un yermo radiactivo lleno de bebés mutantes del tamaño de aviones, criaturas sin cráneo y hordas de hámsters salvajes.
Una época: el año de la Ropa Interior para Adultos Depend, en el Tiempo Subsidiado, en una América regida por el totalitarismo ecológico de la ONAN, gobernada a su vez por la oscura Oficina de Servicios No Especificados, en guerra perpetua contra el ultraviolento antiONANismo de Quebec.
Una institución: la Academia Enfield de Tenis, ultraelitista y donde impera una disciplina destinada a abolir todo placer.
Una familia: los Incandenza. James Incandenza, óptico militar convertido en cineasta de après-garde, y su mujer, la promiscua Avril, que alimenta oscuras conexiones con la guerrilla de Quebec. Y sus tres hijos: Orin, genial pateador de fútbol americano y seductor transnacional; Mario, enano y deforme, cineasta como su padre y poseedor de una sensibilidad prodigiosa, y Hal, promesa del tenis juvenil y atormentado por un secreto terrible.
Y una película: El samizdat. El Entretenimiento. La broma infinita. Con el poder de enloquecer a todo el que la vea y destruir así la civilización. El arma perfecta por la que todos se enzarzarán en la Guerra Final por el control de América.
Ha participado en esta ficha: RicardoTS
Obra maestra absoluta. Apasionante siempre, reveladora en muchos momentos y mas que entretenida (a pesar de sus 1208 páginas). Prefiero no decir nada acerca del argumento, pues creo que es mejor acercarse a la novela sabiendo lo justo de ella, mas allá de la breve sinopsis de la contraportada. Desconcertante y brillante a partes iguales
Cuando llegué a las 500 páginas tuve una "crisis de fe". No sabía si seguir o dejar el libro. Curiosamente, fue hasta entonces cuando comenzaba a atar cabos, a seguir las diferentes líneas argumentales. Sin embargo, me parecía que todo aquello no conducía a nada. Mucha palabrería y poca acción. Y es que, luego de concluirlo, pude entender que este es un libro sobre personajes, no sobre historia (que la hay, pero bastante dosificada a lo largo de estas mil páginas). Tiene momentos muy interesantes y muchos otros de poca trascendencia. Al llegar a la última página nada concluye y uno se queda con una sensación de vacío. Me ha gustado menos de lo que esperaba, aun así tengo ganas de leer otras cosas de este autor.
Comencé la lectura de este libro sin tener ni idea de qué iba a encontrarme, motivado tan solo porque un par de personas cuyo criterio respeto me lo habían recomendado. Lo primero que creo que hay que decir acerca de él es que es complejo y exigente. La narración lleva al lector a través de 1092 páginas (más otras ciento y pico de notas, algunas de ellas de 5 o 6 páginas) por muchos y muy intrincados caminos, que, sinceramente, al finalizar no tengo claro a dónde conducían. El motor que me movió a seguir leyendo fue únicamente el de descubrir si en la página siguiente se produciría ese destello que hacía que la obra fuera genial, pero para ser honestos yo no encontré ese destello.
Un libro que requiere un importante esfuerzo al principio para no abandonar. Hay que resistir y poco a poco vamos descubriendo que estamos leyendo algo grande. El caos argumental es más al principio, después vas atando cabos y aunque siga teniendo momentos anárquicos, ya te has familiarizado con el estilo de la narración y te vas situando, aunque eso si, no son pocas las veces que debes hacer marcha atrás para releer algún pasaje para atar cabos. Con el tema de las notas pasa algo parecido. Al principio es un auténtico coñazo tener que estar continuamente consultándolas, pero poco a poco te vas acostumbrando hasta integrarlas con total normalidad en la lectura.
Es cierto que hay pasajes extremadamente recargados y plomizos, pero es el precio que hay que pagar para leer muchos más que te enganchan y te maravillan por el estilo de este autor, su tremenda imaginación, la crudeza de los personajes y el sentido del humor, aún en situaciones ultra dramáticas, que envuelve constantemente las tramas.
En definitiva, por poner una cifra, le pueden sobrar perfectamente 300 páginas, pero ojo, vale la pena tragárselas para disfrutar de casi 1000 páginas absolutamente magistrales.
Valorar numéricamente La Broma Infinita es muy difícil para mí, que estoy acostumbrado a una prosa más sencilla y no a los complejos artificios de Foster Wallace. Le pongo un 9.5 porque me ha parecido una novela muy buena, pero que no se interprete como que es "cuantitativamente mejor" que una a la que puntúo con un 9 o peor que una de 10, si es que doy esta nota algún día.
La Broma Infinita es un auténtico caos cuando uno la aborda por primera vez, y tienen que pasar cientos de páginas hasta que el lector empieza a encontrarle sentido a todo ese revoltijo de personajes y situaciones aparentemente inconexas. Todo está conectado en La Broma Infinita; la Academia Enfield, los separatistas AFR y la Ennet House. El trabajo que tuvo que realizar el autor previamente a la escritura de la novela tuvo que ser mastodóntico.
El estilo con el que escribe Foster Wallace es estupendo para mí, aunque es probable que no sea del agrado de muchos. Su prosa es recargada, es capaz de ocupar toda una página casi sin poner un punto. Algunos párrafos son interminables. Además, el texto está salpicado por nada menos que 388 referencias a anotaciones finales, muchas de las cuales son simplemente el nombre específico de una droga y su fabricante, mientras que otros son escenas enteras que en un libro normal estarían en medio del texto, y no en una nota. Hay que decir también que muchas de estas notas tienen sus propias notas al final.
Hay también un montón de saltos temporales. Al principio no te enteras de si se está narrando un flashback o no, ni siquiera tienes muy claro cuál es el "presente". Cuando hay saltos temporales se indica la nueva fecha, pero el calendario de tiempo susbsidiario hace que esto no sirva de nada.
Quizás por estos motivos al principio se haga aburrida y pesada, pero una vez que empiezas a comprender lo que pasa, es fascinante.
Simplemente no pude con este libro. Leí ciento y pico páginas de relatos inconexos, algunos brillantes y otros recargados de datos y explicaciones que no encontré ni útiles ni interesantes. Una pena, porque tenía muchas expectativas puestas en esta novela. La puntúo con un 5 aunque en realidad no sabría cómo puntuarla.
Ha sido una relación amor-odio muy intensa. Es uno de esos libros que le piden mucho al lector y cuanto más pide, más difícil es parar de leer y más quieres tomarte un descanso. 1208 páginas gloriosas y muy alejadas de la literatura más comercial. Ya me compré otro libro del autor: Hablemos de langostas.
La obra de Foster-Wallace ha sido englobada dentro de lo que actualmente se viene llamando erróneamente el "realismo histérico", tratando de enlazar así la experiencia de lo cotidiano con el dramatismo de los grandes acontecimientos que pueden marcar una vida. El desaparecido autor norteamericano hila con una maestría excepcional un panorama de un futuro que no por inquietante resulta menos posible. Una serie de personajes de diferentes procedencias acaban teniendo hilos comunes entre sí que les permite establecer relaciones puntuales cuya inflexión se sitúa en los límites de lo real. Se trata, probablemente, de una obra destinada a convertirse en un gran clásico por la maestría de su lenguaje, la solidez de sus argumentos y sobre todo por ofrecer una de las cimas de la literatura contemporánea.