Resumen y sinopsis de Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer de David Foster Wallace
Este artículo es una de las radiografías más agudas e irreverentes de la cultura americana de fin de siglo, en la que se entremezclan la familiaridad, el asombro y una mordacidad descabellada.
Foster Wallace elabora en Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer una postal gigantesca basada en su experiencia en un crucero de lujo por el Caribe. Lo que a primera vista parece ser un simple viaje «para relajarse», en manos de un humor delirante y un cinismo corrosivo acabará convirtiéndose en el horror más absoluto. Foster Wallace reflexiona sobre la presión para relajarse y disfrutar y cómo las indulgencias del viaje le llevan a una introspección autoflagelante.
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Lo primero he de decir que me gusta la forma de escribir de David Foster Wallace. Este es un detalle importante, porque está claro que el americano no es "para todos los públicos". Dicho esto, creo que este ¿ensayo? tiene su mayor virtud en ser lo suficientemente corto para no llegar a aburrirnos, y para que la premisa inicial y el desdén con el que es tratada por parte de DFW se nos antoje, precisamente, divertida.
Es lo que es: una crónica sobre un crucero por el Caribe. Quizás lo sorprendente resulte la disposición de un autor como David Foster Wallace a llevar e cabo tal encomienda. Pero una vez realizada, el resultado es más que digno. Una visión paralela, por supuesto que cínica aunque también buscando cierta complicidad -quizás condescendencia- por momentos, y consiguiendo escenas realmente cómicas en más de una ocasión. Se lee de una sentada.
Libro supuestamente divertido que nunca volvería a leer.
A veces entretenido, casi siempre tedioso. Lo compré recomendado, creo que por el periodista Javier del Pino de la cadena SER, pero obviamente no le volveré a hacer caso. Recomendó éste en vez de los serios y reflexivos del autor, me leeré uno de esos en vista del resultado que me dio el libro que aquí nos trae. Como dato diré que hay capítulos en el que la letra pequeña, o al margen, es más extensa que la principal, ocupando hasta tres páginas completas, lo cual, si lo añadimos al ya de por sí y por momentos aburrido relato se nos convierte en un auténtico galimatías.
Me da la sensación que el resto de la vida de su autor es bastante más interesante que este episodio.
¡Viva el tedio!