Resumen y sinopsis de La lámpara de Aladino de Luis Sepúlveda
Tras navegar por los canales patagónicos que confluyen en el estrecho de Magallanes, un pequeño comerciante palestino desembarca en Puerto Edén, vende las prendas y objetos que lleva en su fardo y se dirige luego a una pulpería; allí, ante algunos galeses, polacos y gallegos, «el Turco», como le han apodado, empieza a narrar un relato muy antiguo sobre mercaderes fenicios... El hombre se llama Aladino Garib, y es el protagonista del cuento que da título a esta nueva obra de Luis Sepúlveda. “Porque mientras los nombremos y contemos sus historias, nuestros muertos nunca mueren”, dice el personaje de otro de los cuentos.
"La lámpara de Aladino" es una recopilación de 12 cuentos, que insertados en el volumen importante de libros leídos a Sepúlveda, resultan algo desiguales en interés, aunque bonitos y graciosos por momentos, en ese estilo inimitable del autor.
"La porfiada llamita de la suerte" es lindo: un veterano patriarca patagónico tiene su perro rémora, el Cachupín VI (la sexta generación de cachupines); el veterano habría encontrado un tesoro escondido por el forajido Butch Cassidy y sus dos secuaces que anduvieron escapando por la pampa. El problema es que cada vez que el veterano saca una moneda de oro del escondite, desata las pasiones de codicia más salvajes, de manera que el viejo va idear una manera justa e imparable para sacar monedas y aprovechar ladinamente este dinero. Porque el veterano es sabio y sabe que no hay otra forma de hacer las cosas « porque la vida es así ».
Hay muchas alusiones a hoteles en los cuentos de Sepúlveda, probable influencia de su larga vida errante, un elemento que agrega cierta extrañeza a los relatos, con encuentros y desencuentros, soledad, intemporalidad.
"Cena con poetas muertos" me gustó porque narra muy bien esa camaradería entre amigotes, con un ambiente que se siente muy chileno en el cuento.
"El ángel vengador" me encantó, es una historia policial con un detective alemán maniático y ecológico, muy divertida.
La nota es por lo que he leído, ya que no lo he terminado. Son relatos sobre las vivencias del autor en distintos lugares que, aunque valorando positivamente la capacidad narradora de Sepúlveda, no me suscitan ningún interés y terminan aburriendo.
Relatos cortos que mezclan la fantasía y la realidad de un mundo por el que se ha movido el autor entre sus años de exilio de Chile, manteniendo siempre el recuerdo a la lucha de la resistencia contra el golpe de Estado. Conjunta el amor por la humanidad, los paisajes, la aventura, las mujeres y el vino.