Resumen y sinopsis de Superviviente de Chuck Palahniuk
Del autor de la polémica El club de lucha nos llega su segunda novela, incisiva y malvada, una visión absorbente, preocupante y desternillante de la vida después de las sectas. Superviviente, una sátira mordaz y reveladora del precio de la fama y de la locura sobre la que se cimienta el mundo moderno, ratifica a Chuck Palahniuk como a uno de los novelistas más originales de la actualidad.
Tender Branson, último superviviente de la llamada Iglesia del Credo, secta manipuladora que utiliza a las personas para su propio beneficio económico (y que ordena el suicidio a sus fieles en el momento de que son descubiertos como miembros) dicta su vida a la caja negra del vuelo 2039, que surca los cielos en piloto automático a más de 39.000 pies sobre el océano Pacífico. Está solo en el avión, que se estrellará en breves en el vasto desierto australiano. Pero antes de que eso suceda, quiere dejar constancia de su travesía personal, de cómo pasó de niño creyente y humilde criado a un abotargado mesías mediático atiborrado de colágeno y esteroides, supuesto autor de una exitosa autobiografía titulada Redimido de la Redención y de un libro de plegarias comunes: la plegaria para retardar el orgasmo, la plegaria para frenar la alopecia, la plegaria para silenciar alarmas de coches... todo ello bajo la supervisión de un agente publicitario avaricioso y manipulador.
Ha participado en esta ficha: yiyolon
Buena novela, típica de Palahniuk, pero con sabor agridulce. Ridiculiza y critica las sectas religiosas de una manera divertida y curiosa (sus trucos prácticos para el hogar a mí me han servido). Lo malo es que de tanto ridiculizar al final acaba caricaturizando al protagonista, lo que probablemente sea la intención del autor.
Aunque el resultado final del libro no me ha acabado de convencer del todo, hay que reconocer que el autor es muy bueno y que la novela no solo es una crítica a las sectas sino que destila también una crítica a la sociedad, sus metas y la fama en general.
Un libro excepcional, donde se pone de manifiesto ese "realismo histérico" en el cual los hechos cotidianos pueden adquirir una dimensión extraordinaria. Palanhiuk nos tiene acostumbrados a un manejo maestro de la descripción y de la relación objeto-sujeto que lo sitúan a un nivel superior. Todo ello sostenido en el habitual tono sarcástico y un tanto ácido del escritor.
Me he reído, asustado, creído, es tan bestia que uno se pregunta si de verdad se puede escribir así. Palahniuk no escribe libros, quema cabezas