Resumen y sinopsis de La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca
La vieja historia de un joven príncipe desterrado por el padre que desea evitar el fatal vaticinio de las estrellas es el punto de partida de la obra maestra de Calderón, publicada en la Primera parte de sus comedias (1636). Pocas piezas del teatro áureo lograron ensamblar una riquez de pensamiento tan sugestiva y compleja con una técnica tan depurada en la articulación de la trama y el manejo de la lengua poética.
Pocas obras maestras se muestran tan vigentes hoy día (un hoy especialmente predispuesto a la añoranza barroca) como La vida es sueño. Drama religioso o filosófico que, desde el absoluto seiscentista, urde sus raíces en los mitos orientales, la literalidad de su lección moral es capaz, sin embargo, de traducirse en lectura política (educación de príncipes) y en grito revolucionario.
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Todo un clásico del teatro español del Siglo de Oro, y de imprescindible lectura. Escrita en verso, requiere una lectura sosegada, ponerse en contexto y tener la mente despejada para poder saborearla plenamente.
Obra imprescindible del Siglo de Oro. Me ha gustado mucho, aunque algunas palabras no son fáciles de entender. Se lee con fluidez y su lirismo es muy evocador. A pesar de los cuatro siglos que han pasado es una obra atemporal que trata temas como el destino y el libre albedrío. El lenguaje es hermoso y muchos versos dan para reflexionar mucho sobre lo que es real o imaginado en nuestro día a día.
Un clásico que hay que leer. Es una obra de teatro y, por tanto, muy breve. Me ha parecido una obra muy amena para una tarde y diferente a las lecturas que estamos acostumbrados actualmente, ya que se desarrolla toda en verso, recogiendo algunas de las estrofas más conocidas de la poesía castellana. Me apetece ver una representación teatral de la misma, pero fiel al texto original. La trama del sueño me ha parecido original, la temática creo que es muy de la época y mucho se ha escrito respecto a la filosofía y problemas existenciales que encierra la obra. Muy recomendable.
Una de las obras cumbre del teatro español, La vida es sueño, es (probablemente) la obra más famosa de Calderón de la Barca. Pero, desgraciadamente, el que todo el texto esté en verso, así como la época en la que fue escrito, hacen que leerla se convierta en una tarea titánica y, en consecuencia, un poco aburrida.
Reconozco que es la primera obra que leo del gran Pedro Calderón de la Barca. Aunque no soy ninguna experta en literatura, tengo que reconocer que esta obra me ha dejado con la boca abierta, literariamente hablando. A pesar de ser teatro, todo el texto está escrito en verso, consiguiendo una musicalidad y un ritmo magníficos. El lenguaje también ha sido escogido con mucho cuidado, para reforzar el lirismo de la obra. Aunque al haber sido escrita en el siglo XVII, hay bastantes vocablos que son de difícil comprensión. Por suerte, la edición que tenía, aclaraba el significado de cada término, lo que mejoraba la experiencia lectora.
La vida es sueño, trata temas universales, tales como el amor, la libertad o lo efímero de la existencia, particularizándolos en una historia sencilla. Así que esta obra nos narra las vicisitudes de Segismundo, encerrado en una torre desde que nació. Desconoce quién es y los motivos de su encierro. Pero pronto descubrimos que no es un hombre común, si no el príncipe de Polonia, encarcelado por su propio padre, el Rey, debido a la creencia en una profecía, en la que se advierte de como el carácter déspota que tendrá el príncipe precipitará el reino al desastre. Pero, en esta ocasión, el Rey decide comprobar si la predicción es cierta y, tras dormir a Segismundo, decide trasladarle a palacio y tratarle como lo que es. Pero Segismundo se comporta como un tirano y, su padre, al ver la profecía cumplida, decide volver a encerrarle en la torre, haciéndole creer que todo ha sido un sueño. Y es que este es uno de los temas principales de la obra. La influencia tan poderosa de lo onírico, puede trasformar completamente a una persona. Además recuerda la fugacidad de la vida, la existencia es tan breve que, a veces, parece que soñamos en vez de vivir.
En definitiva, La vida es sueño, es una gran obra a la que el público debería acercarse. Puede resultar compleja de leer y, en algunos momentos, un tanto tediosa por su contenido moral, pero merece la pena leerla. Y es que, tal y como dice Calderón de la Barca, la vida es sueño. Y es tan corta, que apenas somos conscientes de que estamos soñando.
Me lo leí en el instituto hace años como lectura obligatoria, y me pareció bastante simbólico. Ahora, hay que decir, lo he podido disfrutar mejor. Eso sí, ha sido necesaria una lectura sosegada, pues de lo contrario no se puede apreciar la belleza y el sentido de sus innumerables figuras retóricas. Es por tanto una obra de notable lirismo y belleza si se logra conectar, en la cual el autor juega magistralmente con lo real y la ensoñación a través del príncipe destronado Segismundo.
Un texto precioso, magistralmente escrito. Posee una calidad literaria extraordinaria. De lectura amena y breve. La responsabilidad en la elección de la conducta, lo efímero de la vida terrenal; que es sueño, frenesí, ilusión, sombra y ficción…
Clásico. Una obra maestra de la que nada malo se puede decir
La historia de un rey de Polonia y su hijo Segismundo. Muy buena obra donde los sueños reales pueden cambiar las perspectivas de los protagonistas. La vida es un sueño es una gran obra que me gustaría verla en un teatro.
A priori, me sorprendió la actualidad que conserva la obra, tanto por su temática como por la expresión de determinadas metáforas. Si bien tiene momentos un poco pesados debido a los diálogos y monólogos sobrecargados,
en general la obra es rica y amena. Las escenas donde Segismundo confunde el sueño con la realidad (y las declamaciones consecuentes) son inolvidables. El personaje Clarín aporta, satisfactoriamente, una buena dosis de humor.
Un clásico castellano que además se lee rápido: no deberíamos privarnos de su lectura.
Termino esta reseña con la cita infaltable:
"...
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ficción,
una sombra, una ilusión,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son".
¿Qué mejor manera de adentrarse en el problema de la fatalidad y de libre albedrío que una obra teatral? Calderón de la Barca consigue en una misma obra refutar el destino marcado por los astros, y salvar la doctrina de la libertad humana. Es una obra patética, donde las tragedias de un desdichado terminan, mediante el concurso de su voluntad inquebrantable, en un final esplendoroso.