Resumen y sinopsis de El mercader y la bruja de Michael Jecks
Cuando el cuerpo de la curandera Ágata Kyteler, tachada de bruja por los supersticiosos habitantes de Wefford, aparece congelado y mutilado una gélida mañana, el culpable de su asesinato parece haber desaparecido sin dejar rastro... Para los supersticioso habitantes del pequeño pueblo de Wefford, Agatha Kyteler era, sin lugar a dudas, una temible bruja. Sin embargo, todos solicitaban sus servicios, desde el más humilde de los aldeanos hasta el noble más poderoso de la región. Una fría mañana invernal, el cadáver de Ágata aparece, congelado y mutilado, en la linde de un camino. Un estremecimiento de horror sacude la hasta ahora apacible aldea de Wefford. ¿Quién puede haber cometido tan atroz crimen? La huida inesperada de un joven desata el ánimo popular. Todas las sospechas se dirigen hacia él. Pero para el sagaz sir Baldwin Furnshill el caso no está tan claro. Con la ayuda de su búsqueda del auténtico culpable. Sus investigaciones le obligarán a adentrarse en el lado más oscuro de la aldea, desvelando un laberinto de celos, miedo, y pasiones desleales. Tras el éxito de La venganza templaria, Michael Jecks nos acerca de nuevo al fascinante universo de la Edad Media a través de este apasionante relato que mantendrá en vilo al lector desde la primera hasta la última página.
Libro de fácil lectura.
Libro que no me ha entusiasmado. Pobre de argumento aunque de lectura amigable. Esperaba algo más.
Libro entretenido y fácil de leer, recomendable para pasar un buen rato
Bajo mi punto de vista, es un libro muy entretenido que se lee con mucha facilidad.
El hecho de que los capítulos sean cortos facilitan también su lectura.
Tanto el argumento como la forma de desarrollarlo son interesantes y está perfectamente estructurado.
Mantiene al lector en un estado de interés constante, pues los acontecimientos se suceden con rapidez y lo que en un momento te parece blanco, instantes después empieza a parecerte gris cuando no directamente negro.
Por otro lado, no sé si es debido a la traducción o a la impericia del autor, extremo éste que me resulta difícil de asumir, la novela está escrita con un lenguaje tan sencillo que parece estar escrita por una persona muy joven y con poca formación en letras.
Las expresiones "frunciendo el ceño" o "con el ceño fruncido", y otras similares, aparecen decenas de veces a lo largo del desarrollo de la historia, llegando a cansar y a parecer el escritor como falto de preparación.
Creo que le hace falta un corrector de estilo aunque, insisto, supongo que será problema de la traducción.
Contrasta con este tipo de escritura, digamos infantil, que sin embargo la trama esté perfectamente construida y los tempos perfectamente establecidos.
Engaña permanentemente al lector y solo al final, muy al final, se descubre la causa de los crímenes y al causante...¿o son causantes?
Leedla, no os vais a arrepentir.