Este sexto y último volumen de «El Método» constituye el punto de llegada de la gran obra de Edgar Morin. Esta obra ha hecho de la complejidad un problema fundamental que elucidar y tratar, ha creado escuela y ha suscitado un movimiento para «reformar el pensamiento». En este volumen, el autor parte de la crisis contemporánea, propiamente occidental, de la ética, para regresar al final a ese mismo punto de partida, después de un examen antropológico, histórico y filosófico a la vez.
La consciencia moral no puede deducirse de la consciencia intelectual, pero necesita de la consciencia intelectual, es decir de pensamiento y de reflexión. La buena intención corre el riesgo de determinar acciones malas y la voluntad moral puede determinar consecuencias inmorales. Hacer lo que se debe no es a menudo simple ni evidente, sino incierto y aleatorio. Morin busca encontrar y regenerar los principios de la moral en la vida, en la sociedad, en el individuo, estableciendo que el ser humano es a la vez individuo/ sociedad/especie. Trata de los problemas permanente y constantemente agravados de la relación entre ética y política, ciencia y ética.