Resumen y sinopsis de Citas en Manhattan de Emma Reverter
Victoria Sachs es una atractiva e inteligente periodista, especializada en política internacional que vive en Manhattan. Con la llegada del calor recibe el encargo de escribir una columna ligera para el suplemento veraniego de su periódico y, al no ser su especialidad, tiene miedo de fracasar. Victoria investigará y compartirá con los lectores las novedosas posibilidades que ofrece el mercado para encontrar a nuestra media naranja. Tener un asesor de citas resulta carísimo, pero tiene sus ventajas: si no quieres volver a ver a tu cita, ellos se ocupan de decírselo. Victoria acudirá a multitud de citas rápidas, los expertos aseguran que ocho minutos son suficientes para saber si hay química o no entre dos personas. Las hay para todos los gustos: citas con hombres altos, bajos, citas con pelirrojos, citas con modelos, citas con perros, citas en silencio... Citas en Manhattan es una novela ácida, divertida e inteligente sobre el mundo de las citas en Nueva York, una tendencia que se ha convertido en un auténtico fenómeno social.
Mientras leía Citas en Manhattan, no podía dejar de pensar que el chick-Lit es un género en decadencia, que logra seguir vendiendo gracias a las múltiples estrategias comerciales de las editoriales. Este libro es un buen ejemplo de lo que digo. Te lo venden como "la novela más divertida sobre cómo encontrar pareja". Pero resulta una patética historia sobre el mundo de los asesores, citas rápidas y demás despropósitos que los americanos están dispuestos a hacer para (supuestamente) encontrar pareja. Dan ganas de llorar... del aburrimiento.
Emma Reverter será muy buena periodista, pero le falta mucho para ser una escritora de ficción respetable. La novela cuenta con la ventaja de la sencillez en su lenguaje y de su corta duración. Pero sus descripciones son muy parcas y las tramas que presentan pronto divagan en temas sin importancia y poco interesantes que desconciertan y hacen pesada la lectura.
La historia de Citas en Mahnattan es un descalabro de principio a fin. En esta sinrazón argumental, seguimos a Victoria, periodista de una columna seria de un periódico catalán, que durante el verano se ve obligada a escribir sobre temas más livianos. Y por ello escoge el tema de las citas en Nueva York, ciudad donde vive y, donde está visto que la mayoría de la población necesita medicación para funcionar como personas normales. A partir de ahí, la trama se empieza a bifurcar en varias pequeñas historias (acompañadas por cientos de datos estadísticos sobre el tema que, sinceramente, me importan un pimiento) que acaba de forma abrupta en un final, no solo abierto, si no incoherente y estúpido, aunque (eso sí) inesperado.
En definitiva, Citas en Manhattan, es un pestiño solamente soportable para los amantes de este género. El resto tendrán una cita con la cama, si es que deciden leerlo.