Resumen y sinopsis de La segunda mujer de Luisa Castro
Gaspar tiene 57 años y desea volver a sentirse vivo. Se da cuenta de ello cuando conoce a Julia, una joven que empieza a saborear el éxito en su carrera. Olvida que tiene un hijo, y que se niega a aceptarla. ¿Hasta dónde llegará su amor? Cuando ella supera sus temores, comienzan los de él; la insolente juventud que lo cautivó se convierte en una amenaza. Una historia sobre la edad y el amor, sobre dos generaciones enfrentadas, dos clases opuestas, dos maneras de entender la educación.Tan llena de pasión como de descarnada lucidez, la historia atrapa provocando intensas reacciones contrapuestas, y sortea con rigor y dignidad los problemas del siempre difícil género del realismo, logrando una óptima e inolvidable plasmación ética y literaria.
Me ha gustado la trama y la prosa fluida que se lee sin problemas. El cambio de actitud de los personajes me parece verosímil. Echo de menos que la novela no siga...
Aborda el tema del maltrato psicológico doméstico.
Como se puede pasar del amor al odio, los daños que provocan las tramitaciones de divorcio, y la mala influencia que a veces supone la familia en los asuntos de pareja.
Todo ello se transmite de una forma muy áspera y fría.
Tanto, que hace que la trama no enganche, y que se estanque en muchas partes.
Bastante floja.
Le pongo un 5 porque he podido acabarlo, no ha sido soporífero. Manipulación encubierta por un lado y poca dignidad por el otro. Lo triste es que en al vida real existan este tipo de relaciones....
Un libro previsible, aburrido y deprimente con unos personajes que no tienen nada de particular . Incluso le he cogido un bastante antipatía a ambos personajes. A él porque es el prototipo de hombre poderoso que humilla a las mujeres y que se encapricha solo de su juventud y belleza. A ella porque ella que tenia el mundo a sus pies, y le permite que la humille y le amargue la vida. Vamos que no me ha aportado nada nuevo ni siquiera una moraleja. Me lo había ahorrado. Lo siento porque me lo habían recomendado. Lo cual certifica la gran verdad de que para gustos se hicieron los colores.