Comentarios y opiniones de La venganza de la dragona
educv2000La venganza de la dragona10
La historia comienza cuando Wiglaf estaba sentado en el comedor de la Escuela de Caza Dragones comiendo águila hervida y pan tostado.
A Érica le gustaba todo de la escuela y había ganado una medalla como mejor aspirante a CazaDragones del mes. El director no admitía chicas en la escuela pero ella se había cortado el pelo y se había vestido como un chico, solo Wiglaf conocía su secreto, él quería ser un héroe guapo y valeroso aunque tuviera la cabellera de color zanahoria y le daban pánico los dragones.
Angus el sobrino del director era un chico simpático, no corría nunca por ser robusto.
El tío Mordred estaba enojado con Angus por haber armado un lío con un dragón Gorzil pero Wiglaf lo cazó y lo redujo en cenizas.
A Angus le dijeron que un alumno de la gran escuela de los exterminadores han llevado a su director el oro de diez dragones en ese momento un enorme águila ataco a Angus, Angus se agacho a tiempo un águila enorme y asquerosa pasó sobre su cabeza.
Luego Érica agarró un águila del plato de Wiglaf y se la aventó.
En un momento toda el comedor se llenó de anguilas los niños empezaron a gritar y patalear, Wiglaf se tiro a reír momentos como ese es lo que le gustaba de su vida como estudiante.
Un zumo verdoso de anguila resbalo por la frente de Morderd, le bajo por las mejillas y le ensucio la barba, ¡Por las mallas del rey Ken¡ rugió el director ¿quién ha sido? Todos se volvieron hacia Wilglaf, que se puso blanco como una sabana y empezó a temblar.
¡TÚ! Tronto Mordred, fulminándolo con la mirada ni siquiera has sido capaz de traerme el oro de Gorzil y no has pagado la escuela todavía me debes medio escudo.
Pero… es que, señor mi familia no tiene dinero.
En cuanto pagues medio escudo te echo a patadas de la escuela, saco del bolsillo un gran pañuelo rojo y se limpió la cara. Apunto con el dedo gordo hacia la escalera a las mazmorras.
Angus ven aquí, escribid todas las 100 reglas de aspirante a caza dragones, no se permiten correcciones ni manchas de tinta. Tienen dos horas a partir de ahora.
A Wiglaf le temblaba la mano cuando mojó la pluma de oca en la tinta y se puso a escribir:
Las cien reglas de aspirante a CazaDragones
1. El aspirante a CazaDragones entrega todos sus ahorros a Mordred
2. El aspirante a CazaDragones no se queja nunca sobre todo en las cartas que escribe a casa
3. El aspirante a CazaDragones se come todo lo que le pongan en el plato, tenga el aspecto que tenga…
4. O el sabor que tenga
5. O cómo huela
Wildgraf suspiró e introdujo la pluma de oca en la tinta, estaba intentando recordar la regla número seis, cuando oyó un ruido raro. Todos los chicos miraron hacia afuera a través de un ventanuco y se quedaron sin habla, al otro lado de los barrotes había un pájaro gigante, Mordred también lo vio.
Poco después Yorick abrió la puerta de las mazmorras, estaba cubierto de pies a cabeza de plumas.
Widglaf pensó que el ayudante del director parecía más bien un pichón gordo pero guardó su opinión.
Morder levantó la vista al cielo, un dragón horrible estaba viniendo hacia nosotros, mis informados dicen que se trata de una hembra, está buscando al caballero al que ha reducido a cenizas a su hijo.
Widglaf sintió un vuelco en el estómago ¿Me busca a mí? Balbuceó, querido chico ¡Qué Suerte!
El corazón le latía con fuerza del miedo. En aquél momento ser un héroe ya no parecía tan importante, estar vivo… eso si importa ¡VIVA! Un dragón viene hacia aquí.
Había desenvainado mi espada de la plata y estaba a punto de darle el golpe decisivo, pero tuve mala suerte… falle.
Mi señor empezó Yorick, he multiplicado la longitud de la nube de humo por su anchura, después he restado la velocidad del viento y he añadido… por mil ayudantes inútiles.
¿Cómo se llama esa dragona?
Se llama Seetha mi señor.
Finalmente un dragón viene hacia aquí a mi escuela y es el único dragón del mundo que posee un tesoro.
No mas anguilas, ni para el gato, no mas anguilas en el plato, al valiente Wilglaf queremos y desde hoy bien comeremos.
La historia comienza cuando Wiglaf estaba sentado en el comedor de la Escuela de Caza Dragones comiendo águila hervida y pan tostado.
A Érica le gustaba todo de la escuela y había ganado una medalla como mejor aspirante a CazaDragones del mes. El director no admitía chicas en la escuela pero ella se había cortado el pelo y se había vestido como un chico, solo Wiglaf conocía su secreto, él quería ser un héroe guapo y valeroso aunque tuviera la cabellera de color zanahoria y le daban pánico los dragones.
Angus el sobrino del director era un chico simpático, no corría nunca por ser robusto.
El tío Mordred estaba enojado con Angus por haber armado un lío con un dragón Gorzil pero Wiglaf lo cazó y lo redujo en cenizas.
A Angus le dijeron que un alumno de la gran escuela de los exterminadores han llevado a su director el oro de diez dragones en ese momento un enorme águila ataco a Angus, Angus se agacho a tiempo un águila enorme y asquerosa pasó sobre su cabeza.
Luego Érica agarró un águila del plato de Wiglaf y se la aventó.
En un momento toda el comedor se llenó de anguilas los niños empezaron a gritar y patalear, Wiglaf se tiro a reír momentos como ese es lo que le gustaba de su vida como estudiante.
Un zumo verdoso de anguila resbalo por la frente de Morderd, le bajo por las mejillas y le ensucio la barba, ¡Por las mallas del rey Ken¡ rugió el director ¿quién ha sido? Todos se volvieron hacia Wilglaf, que se puso blanco como una sabana y empezó a temblar.
¡TÚ! Tronto Mordred, fulminándolo con la mirada ni siquiera has sido capaz de traerme el oro de Gorzil y no has pagado la escuela todavía me debes medio escudo.
Pero… es que, señor mi familia no tiene dinero.
En cuanto pagues medio escudo te echo a patadas de la escuela, saco del bolsillo un gran pañuelo rojo y se limpió la cara. Apunto con el dedo gordo hacia la escalera a las mazmorras.
Angus ven aquí, escribid todas las 100 reglas de aspirante a caza dragones, no se permiten correcciones ni manchas de tinta. Tienen dos horas a partir de ahora.
A Wiglaf le temblaba la mano cuando mojó la pluma de oca en la tinta y se puso a escribir:
Las cien reglas de aspirante a CazaDragones
1. El aspirante a CazaDragones entrega todos sus ahorros a Mordred
2. El aspirante a CazaDragones no se queja nunca sobre todo en las cartas que escribe a casa
3. El aspirante a CazaDragones se come todo lo que le pongan en el plato, tenga el aspecto que tenga…
4. O el sabor que tenga
5. O cómo huela
Wildgraf suspiró e introdujo la pluma de oca en la tinta, estaba intentando recordar la regla número seis, cuando oyó un ruido raro. Todos los chicos miraron hacia afuera a través de un ventanuco y se quedaron sin habla, al otro lado de los barrotes había un pájaro gigante, Mordred también lo vio.
Poco después Yorick abrió la puerta de las mazmorras, estaba cubierto de pies a cabeza de plumas.
Widglaf pensó que el ayudante del director parecía más bien un pichón gordo pero guardó su opinión.
Morder levantó la vista al cielo, un dragón horrible estaba viniendo hacia nosotros, mis informados dicen que se trata de una hembra, está buscando al caballero al que ha reducido a cenizas a su hijo.
Widglaf sintió un vuelco en el estómago ¿Me busca a mí? Balbuceó, querido chico ¡Qué Suerte!
El corazón le latía con fuerza del miedo. En aquél momento ser un héroe ya no parecía tan importante, estar vivo… eso si importa ¡VIVA! Un dragón viene hacia aquí.
Había desenvainado mi espada de la plata y estaba a punto de darle el golpe decisivo, pero tuve mala suerte… falle.
Mi señor empezó Yorick, he multiplicado la longitud de la nube de humo por su anchura, después he restado la velocidad del viento y he añadido… por mil ayudantes inútiles.
¿Cómo se llama esa dragona?
Se llama Seetha mi señor.
Finalmente un dragón viene hacia aquí a mi escuela y es el único dragón del mundo que posee un tesoro.
No mas anguilas, ni para el gato, no mas anguilas en el plato, al valiente Wilglaf queremos y desde hoy bien comeremos.
Eduardo CH V