Resumen y sinopsis de Bucólica y otras novelas de Emilia Pardo Bazán
El interés de las novelas aquí seleccionadas radica en el hecho de que pertenecen a una de las más prolíficas e injustamente valoradas autoras de las letras españolas, Emilia Pardo Bazán. Estas seis novelas cortas muestran una faceta poco estudiada de su obra, donde la mezcla de géneros y estilos (desde la historia policiaca de La gota de sangre hasta el relato gótico en Belcebú, pasando por el género epistolar de Bucólica,novela considerada por su autora como su mejor novela) compone un interesante panorama de gran valor literario y también social. La autora muestra en ellas sus facetas más reivindicativas: por ejemplo en Bucólica, y de una forma absolutamente original para 1885, año en que fue publicada, pone críticas a la sociedad machista de su época en la voz de un personaje masculino.Ha participado en esta ficha: ERB_Lector
Una selección de lo mejor de la autora gallega en el género de la nouvelle (novela corta o relato largo). Destaca el eclecticismo de las obras escogidas, pues más allá de la estética realista por la que es más conocida doña Emilia hay una gran diversidad temática, abarcando distintos períodos de su trayectoria. La calidad del estilo, la habilidad descriptiva a la hora de crear ambientes o definir personajes, los diálogos vivos, con incursiones tanto del registro culto como de localismos u otras lenguas, no faltan en ninguna de las seis narraciones.
“La dama joven”, perteneciente al realismo más convencional, es una historia sobre una oportunidad perdida, sobre mujeres incapaces de decidir su destino en el ámbito, sin grandes horizontes, de la clase media-baja en una ciudad de provincias, con toda su mediocridad y afán por las apariencias. La dependencia femenina del clero para tomar decisiones, las ataduras a un destino mediocre por medio del matrimonio, las relaciones posesivas entre hombres y mujeres… contrastan con las oportunidades y los sueños de una vida distinta que ofrece el mundo del espectáculo, tan peligroso en apariencia para una jovencita. Por desgracia, las presiones del entorno acabarán por hacer imposible la menor ruptura con el orden establecido.
En “Bucólica”, la narración adopta la forma de una serie de cartas dirigidas a un amigo por el protagonista, un muchacho urbanita y de buena posición cuya estancia en el campo le induce unos sentimientos puros, unos instintos primarios que afloran y que ponen a prueba su ingenuo idealismo y rectitud; el encuentro tanto con tipos habituales de la pequeña aristocracia local como con las gentes más sencillas, campesinos y sirvientes, seres antagónicos en cuanto a nivel social y entendimiento del mundo, conducirá a nuestro inexperto héroe a un brutal desengaño…
En “Cada uno...” la influencia que se hace palpable es la del espiritualismo ruso, pues nos encontramos ante un calavera o dandi que disfruta haciendo el mal, rozando el delito, pero un buen día se convierte en cazador cazado cuando descubre el amor y la pureza de una mujer; lo que sigue es una bajada a lo más infame de la condición humana, el engaño en que viven unas almas corrompidas que aún abrigan algo de luz, aún negando la realidad, siendo posible la expiación a través de una fe de la que antes carecieron.
La imagen que se ofrece de las mujeres en estas novelitas centrales es, sin embargo, menos benevolente, pues son ellas, en cierto modo, el origen de los problemas a que se enfrentan los personajes masculinos.
“Belcebú” es un relato de terror gótico ambientado en los tiempos de Carlos II. No faltan los ingredientes habituales, como la inquisición y sus torturas, las prácticas nigrománticas y los aquelarres de brujas y demonios, un enviado del maligno oculto bajo el mejor y más piadoso semblante... se desconfía profundamente del misticismo y de la religiosidad exacerbada, y de hecho, el “bueno” es aquí un inquisidor, amigo de métodos más benevolentes y enfrentado a una fuerza corruptora que actúa incluso en las más altas esferas de la realeza, cuyo más preciado botín no es sino la pureza de las almas infantiles.
“La gota de sangre” pertenece, en cambio, al género policíaco, con su muerto y su enigma por resolver a manos de un detective aficionado; un tal Selva, cuyas dotes deductivas, combinadas con una intuición para las cuestiones básicas de la naturaleza humana, le permitirán demostrar a las torpes fuerzas del orden que el crimen nunca queda impune. Que siempre queda una pequeña mancha sangrienta que delata a quienes están perdidos, y aquí se demuestra una cierta piedad hacia los villanos de la trama (la obra funciona como presentación y promesa de las futuras aventuras del tal Selva, individuo caballeresco, un poco diletante y con mucho tiempo libre).
“La serpe” se parece, finalmente, a la recreación de una leyenda de la Galicia antigua, de viejos folclores donde abundan las criaturas misteriosas que se ocultan bajo las olas de las costas más escarpadas, los horrores marítimos que hechizan a los hombres, que penetran en el devenir humano; en concreto, en el de una dinastía nobiliaria cuyo destino quedará sellado por una maldición. La fascinación por el mar queda bien atrapada en estas páginas, así como el catolicismo, el orden familiar tradicional, opuestos a unos poderes superiores, telúricos… se acuerda uno incluso de cierto maestro de Providence, pero con una diferencia; doña Emilia, siempre con los pies en la tierra, escruta las diferencias sociales entre los pescadores humildes y sus grandes señores, siendo capaz de inspirarnos pavor a la vez que nos despierta el apetito con suculentas descripciones gastronómicas.