Resumen y sinopsis de Desesperación de Vladimir Nabokov
Desesperación es una impagable joya literaria, una originalísima variación sobre el tema del doble en la que la inveterada astucia narrativa de su autor se combina con su diabólico sentido del humor. La historia empieza el día en que un fabricante de chocolate tropieza con un vagabundo que le parece su sosias. Cuando, más adelante, su negocio comience a hundirse, decidirá llevar a cabo un crimen perfecto que le permitirá cobrar su propio seguro de vida y vivir feliz para siempre jamás. Pero lo que importa no es tanto la historia como, en primer lugar, la voz de quien la cuenta, un narrador tan fatuo e ingenioso, tan brillante y chiflado, tan seductor y espeluznante como el Humbert de Lolita. Y, al lado de este gran hallazgo, la infinidad de juegos, parodias, acertijos, burlas y bufonadas continuas que la apabullante inteligencia de Nabokov va proponiéndole al lector a medida que progresa el relato. Un relato que le permite, no solamente exponer algunas de sus teorías literarias, lanzar diversas diatribas contra los críticos mentecatos de toda especie, y burlarse de todo lo divino y todo lo humano con una euforia de la que sólo es capaz un escritor tan en posesión como él de unas inmensas facultades.
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Notable argumento el que nos ofrece el escritor ruso en esta obra. Se cuenta el extraño encuentro del protagonista en las afueras de Praga con otro individuo de idéntica similitud física. La única diferencia es que el protagonista es rico y su doble es pobre, hecho que provocará que el primero intente simular su asesinato mediante la suplantación de la identidad para así poder cobrar su seguro. Hay que destacar la hábil escritura de Nabokov, de una riqueza considerable, con ejercicios de metaliteratura muy buenos (hay conversaciones entre el escritor y el lector que no tienen desperdicio). Sin dejar de lado el solapamiento de los hechos reales que el protagonista relata y sus recuerdos, conformando un original escenario.
Es un libro extraño, uno de los más extraños que llegué a leer, como la mayoría de las obras que Nabokov escribió durante su exilio en la Alemania prehitleriana.
El narrador es un señor de posición acomodada llamado Hermann, dueño de una fábrica de chocolates, que está atravesando dificultades económicas. En un momento se topa con un indigente de idéntica apariencia física a él. A partir de entonces se desarrolla la trama: Hermann idea un astuto plan que consiste en disfrazar y asesinar al indigente, luego hacer pasar el cadáver como propio para que su por momentos graciosa y estúpida esposa pueda cobrar el seguro de vida y así disfrutar con ella, en el extranjero, del dinero recibido.
Como siempre, la prosa de Nabokov es aquí también exquisita. Por momentos la novela (ahí radica su extrañeza) me hacía sentir dentro de algún sueño. El final es casi surrealista. Es un libro fácil de leer, que atrapa, con un argumento explícito y personajes bien definidos. Destila un fino humor e ironía constantemente.
Recomendable para aquellos que quieran leer algo diferente.