Resumen y sinopsis de Tocarnos la cara de Belén Gopegui
Un conocido profesor de teatro, llamado Simón Cátero, embarca en un proyecto a cuatro de sus alumnos. Se trata de crear un espejo de carne y hueso. Los cuatro tienen la impresión de ser usurpadores, habitantes privilegiados de la ciudad; ninguno se atreve a merecer su futuro; los cuatro desean, cada uno a su modo, que el proyecto dé sentido a sus existencias individuales. Cuando, un día, el proyecto fracase, se verán obligados a afrontar la decisión de construir sus vidas.
Tocarnos la cara es una novela que, más allá de las preguntas, propone una respuesta: ningún sentido puede encontrarse en privado.
"Una literatura dispuesta por fin a intervenir con un discurso crítico sobre la sociedad que la Transición ha dejado en herencia". Ignacio Echevarría.
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Es una buena novela, con una voz distinta de lo habitual, pero también con una manera de enfocar los temas muy original. Todo eso le da mucha personalidad y autenticidad a la autora.
Sin duda una de las novelas más sugestivas de Gopegui, difícil de encuadrar en un género determinado, salvo quizá el de ensayo novelado. Sandra, que narra en primera persona la mayor parte del libro, conjuga empleos y situaciones sentimentales precarios con la cooperación en un grupo alternativo de teatro en torno al conocido profesor Simón Cátero. Un sugestivo proyecto denominado El Probador, en el que los actores asumen el papel de un espejo viviente para clientes reales, reúne a cuatro dispares alumnos de Cátero y a un amigo de éste, un ruso semiexiliado.
La interioridad de cada uno de los participantes, la aparición de la antigua pareja de Cátero y un legado escrito de un antiguo maestro de éste se entrelazan con consideraciones y conversaciones teóricas en torno al teatro mismo, desde la antigua Grecia hasta nuestros días, y con el cinismo, la apariencia y la búsqueda de cada protagonista.
No es una obra sencilla. Sin embargo, encierra un mundo de sugerencias e impulsos. La narración, a flecos, se completa con el punto de vista de Cátero mismo en las últimas páginas, que desconcierta algo al lector, o que puede verse como la opinión misma de la autora.