Comentarios y opiniones de El lugar donde estuvo el Paraíso
pasiondelalecturaEl lugar donde estuvo el Paraíso7.5
El libro es muy bueno, describe muy bien esta vida errante y artificial del insondable Ministerio de Relaciones Exteriores, la errancia permanente, el lado oscuro que no puede evitar de codearse con gente patibularia, la propensión al alcohol, inevitable falso amigo para evitar el tedio y anegar penas.
Es la historia del Cónsul chileno (nunca sabremos su verdadero nombre) en Iquitos, al comienzo del Golpe Militar. El Cónsul recibe a su hija de 19 años, Anna, como cada año durante las vacaciones largas. Pero esta vez el Cónsul tiene casa y pareja, una misteriosa y bella joven loretana a penas mayor que su hija. El clima de Iquitos es pegajoso, venenoso, descrito con lujo de detalles, a tal extremo que las descripciones provocan sensaciones sinestésicas poderosas. Página 170 tenemos la clave del título: Quizá este infierno sea el sitio donde una vez estuvo el Paraíso…El papel de la hija lo encontré ambiguo y venenoso. Tiene con el padre una relación un poco especial; no es la de padre e hija, sino la de una pareja, pero sin incesto. En todo caso Anna, tan joven y que es además la narradora, tiene reflexiones que no corresponden a una muchacha de esta edad, además que consume alcoholes fuertes como quien toma Coca-cola…y se permite interferencias graves con la gente. Es una persona bastante descolocada y el perfil sicológico le correspondería mejor a una treintañera, que será la edad de Anna al final de la novela.
El exilio y el desarraigo es una idea que merodea a lo largo de la novela. Carlos Franz es hijo de diplomático y debió conocer bien estas situaciones.La parte política de la novela está rápida y claramente planteada, pero no es parte importante en la historia. Sirve solo para fijarnos la época de la narración. Lo que realmente prima es el clima malsano, la relación extraña entre padre e hija, la dependencia al alcohol del Cónsul, su desliz hacia la corrupción, la tragedia final y su decadencia.
El libro es muy bueno, describe muy bien esta vida errante y artificial del insondable Ministerio de Relaciones Exteriores, la errancia permanente, el lado oscuro que no puede evitar de codearse con gente patibularia, la propensión al alcohol, inevitable falso amigo para evitar el tedio y anegar penas.
Es la historia del Cónsul chileno (nunca sabremos su verdadero nombre) en Iquitos, al comienzo del Golpe Militar. El Cónsul recibe a su hija de 19 años, Anna, como cada año durante las vacaciones largas. Pero esta vez el Cónsul tiene casa y pareja, una misteriosa y bella joven loretana a penas mayor que su hija. El clima de Iquitos es pegajoso, venenoso, descrito con lujo de detalles, a tal extremo que las descripciones provocan sensaciones sinestésicas poderosas. Página 170 tenemos la clave del título: Quizá este infierno sea el sitio donde una vez estuvo el Paraíso…El papel de la hija lo encontré ambiguo y venenoso. Tiene con el padre una relación un poco especial; no es la de padre e hija, sino la de una pareja, pero sin incesto. En todo caso Anna, tan joven y que es además la narradora, tiene reflexiones que no corresponden a una muchacha de esta edad, además que consume alcoholes fuertes como quien toma Coca-cola…y se permite interferencias graves con la gente. Es una persona bastante descolocada y el perfil sicológico le correspondería mejor a una treintañera, que será la edad de Anna al final de la novela.
El exilio y el desarraigo es una idea que merodea a lo largo de la novela. Carlos Franz es hijo de diplomático y debió conocer bien estas situaciones.La parte política de la novela está rápida y claramente planteada, pero no es parte importante en la historia. Sirve solo para fijarnos la época de la narración. Lo que realmente prima es el clima malsano, la relación extraña entre padre e hija, la dependencia al alcohol del Cónsul, su desliz hacia la corrupción, la tragedia final y su decadencia.