Las cinco mejores novelas de Stanislaw Lem
A estas alturas caben pocas dudas de que Stanislaw Lem (1921-2006) es el mejor escritor de ciencia ficción en lengua no inglesa; sobre todo, desde que editoriales como Funambulista o Impedimenta dieron a conocer algunas obras inéditas suyas o reeditaron sus grandes clásicos traducidos directamente del polaco, cosa que no era lo habitual en las ediciones de Bruguera, Alianza o Minotauro. Es decir, somos la primera generación de letraheridos que pueden…
Otros artículos sobre este libro
Magnífica obra de la ciencia ficción de la mano de uno de sus genios. Lo más sobresaliente, sin lugar a dudas, es el concepto que da vida propia al planeta Solaris, del cual se hacen unas descripciones muy detalladas y artísticas. Sin embargo, quizás el aspecto que ha envejecido peor de esta obra es la que describe los eventos al borde de la nave. Sin embargo, es una lectura obligada para todos los amantes del género gracias a su convincente detalle científico desplegado a lo largo del libro que se sostiene a la perfección durante toda la narrativa.
Una OBRA MAESTRA, imprescindible para los fans de la CF, pero que trasciende a ese género. Es un libro bellísimo con unas descripciones del "mar" de Solaris que parecen capaces de transportar al lector hasta ese mundo. Inolvidable.
Muy aburrido. Me costó horrores, estuve a punto de abandonarlo. Hay una trama interesante que se va al traste por las explicaciones científicas muy pesadas y una trama que va perdiendo interés, además de confusa.
Es un libro para leer despacio, con tranquilidad, sin prisas y descansado… porque la novela te exige reflexionar, pensar y analizar.
El personaje principal para mí es el propio planeta donde se desarrolla toda la novela. Un planeta donde no existe la vida, pero que él mismo está vivo, es consciente e inteligente, capaz de modificar su órbita planetaria para no ser engullido por las dos estrellas donde rota. Un planeta (Solaris) donde durante años ha sido imposible comunicarse y establecer contacto por parte de los humanos, infinitas teorías e hipótesis inundan las bibliotecas sobre la creación, la inteligencia, la formación, etc., sobre el planeta, pero ninguna válida.
La novela sirve para hacer una reflexión sobre la manera de pensar humana sobre el exterior, sobre lo desconocido, porque Solaris se sale de todo guion del pensamiento humano.
Tenía ganas de leer este libro y me he sentido con sensaciones encontradas. Por un lado la historia es atractiva, aunque hay capítulos (como el de los sueños) que no me llegaron. Digamos que había fases en las que era consciente que estaba ante una gran obra y veía que se narraban conceptos muy interesantes pero no me entraban.
Coincido con la mayoría de los comentarios: el libro empieza muy bien, pero cuesta entrar. Es cierto que se hace repetitivo e incluso hay partes hacia el final del libro, en las que uno no entiende a qué vienen de nuevo las descripciones del planeta y su océano de plasma.
Sin embargo, para mí la grandeza del libro está en la época de la historia en la que se publicó (1961). En esa época la conquista espacial apenas comenzaba a ser una idea. De ahí que me fascine la imaginación del autor y la precisión con la que describe una base espacial, trajes de astronauta (o escafandras como las llama), vehículos voladores, insinuaciones de robots... Pero el remate del tomate para mí está en la mención a la tecnología. Apenas llevamos dos años con el boom de las videollamadas o videoconferencias y él ya hace mención en el libro de este invento. Sencillamente alucinante.
Recomiendo su lectura porque a pesar de lo repetitivo, es un libro que abre la mente, explora la naturaleza humana y los riesgos que puede haber a la hora de jugar a ser dioses en otros mundos que no sean el nuestro.
No puedo decir que no me haya gustado, pero para decir la verdad, a mi gusto le sobra la mitad del libro. La idea es muy buena, pero me pierde en muchas ocasiones en concreto en las dos parrafadas que suelta de las teorías de las formaciones de Solaris y de las épocas de estudio científico. Se me hace bastante árido. Me hubieran gustado más simplificadas estas partes y luego, al igual que Tolkien, para los más forofos que se dieran apéndices o nuevas publicaciones sobre las partes que he citado.
No puedo recomendarlo, al igual que no puedo negar que tiene su mérito.
No me pareció la gran obra, no al menos para nuestros tiempos. Es interesante el planteamiento de lo que ocurre en la base sobre el planeta, pero luego dedica demasiado tiempo a explicar cómo la humanidad ha dedicado demasiado tiempo a entender este curioso planeta. Digo, el bendito lugar no existe, ¿para qué explayarse tanto en explicar una fantasía?
Me resultó caótico y en ocasiones muy repetitivo, se ancla en lo mismo y parece que no avance, era como leer el mismo capitulo varias veces. No me entretuvo nada.
Es el primer libro de ciencia ficción que leo y me ha sorprendido muy gratamente. La mezcla entre elementos que existen en nuestra realidad, como la Tierra, con un planeta que no existe, que es Solaris, está hecha a la perfección y consigue adentrarte en la historia por completo. Intrigante, corta y fabulosa.