Resumen y sinopsis de Caza nocturna de Olvido García Valdés
Un formidable sentido de la composición refrenda en muchos de estos poemas ese modo de mirar el mundo y de estar en él que tiene su autora. En la composición se concentra el esfuerzo por transmitir el hallazgo de la intensidad. Las aliteraciones no escondidas, la sintaxis ascética, los versos partidos en una doble vía de significado, las insólitas expectativas de las transiciones, todo tiene por meta la intensidad. La ausencia de predominio de un elemento formal sobre los demás produce, por otra parte, una sensación de pureza como no se conoce en la poesía española reciente.
En "caza nocturna", el primero de los dos libros que Olvido García Valdés publicó, de la mano de José-Miguel Ullán y Manuel Ferro, en la colección “Es un decir” de Ave del Paraíso Ediciones, el quiebro es distintivo, fruto del juego entre el blanco del cotexto y el negro literal: la estructura serial, idiosincrásica en muchos de los libros de García Valdés, se concreta, en el caso de "caza nocturna", en el uso inteligente del encabalgamiento, en la ausencia de comienzo o cierre evidentes en muchos de sus poemas. Estos, fragmentos, se precipitan, quiebro a quiebro, en un blanco negro.
En caza nocturna hay que prestar atención a los umbrales, a la evanescencia de la línea, a los instantes fugaces (de fuga) que exploran la profundidad de la piel (de nuevo Valéry) y convierten a este poemario en uno de los tres hitos que anticipan -de nuevo en serie- la llegada de Y todos estábamos vivos.