Resumen y sinopsis de La montaña mágica de Thomas Mann
La acción de esta novela transcurre en un sanatorio de tuberculosos de Zauberberg, que fue noticia por su cierre, donde coinciden dos primos de caracteres muy distintos. Más que en los sucesos, el conocimiento con Claudia Chauchat o con una pareja de peculiares y enfrentados pensadores, los pequeños conflictos generados por la convivencia, el goteo constante de fallecimientos..., el interés de esta novela reside en la perfecta reproducción de la vida interior, afectiva e intelectual, de la amplia galería de personajes que despliega Mann ante los ojos del lector, todos ellos perfectamente individualizados e interesantes por sí mismos.
La montaña mágica se cuenta entre las diez mejores obras literarias del siglo XX. Esta nueva traducción, coincidiendo con el cincuentenario de la muerte del autor ha sido elogiada por crítica y lectores y, al fin, nos permite leer la obra maestra en su totalidad, pues incorpora numerosos pasajes desaparecidos en traducciones anteriores.
Han participado en esta ficha: GodBlessThisMess bclaudia
Una novela espectacular, obra maestra. De difícil lectura no recomendada para todo el mundo pero también de las mejores creaciones literarias de la humanidad. La disfruté mucho aunque en ocasiones tiene partes muy complicadas de leer cuando Setembrini y Napta se ponen a discutir temas filosóficos. Además el final es totalmente inesperado.
Thomas Mann fue un genio, un hombre de amplia cultura y adelantado a su época, muy merecido el premio Nobel de Literatura.
"No, ese mundo, en su silencio insondable no tenía nada de hospitalario; admitía al visitante a su propio riesgo y peligro; no le acogía, toleraba su intromisión, su presencia, de una manera poco tranquilizadora, sin responder de nada, y era la impresión de una amenaza muda y elemental, no de una hostilidad, sino de una indiferencia mortífera, lo que de aquellos parajes se desprendía."
La gran novela de Thomas Mann referida al tiempo y al destino, narra la vida de Hans Castorp, joven ingeniero que, en principio, concurre como visitante al "Sanatorio Internacional de Berghof", en las montañas suizas, para ver a su convaleciente primo Joachim. Sin embargo, luego de ciertas circunstancias de salud, Hans también queda internado en el lugar, desarrollando una rutina particular donde tendrá que adaptarse a otro ambiente, además de relacionarse con otros residentes que padecen diversas enfermedades.
Durante el período de estancia del protagonista principal, se van sucediendo hechos y contactos que provocan en su personalidad ciertos cambios: traba amistad con dos personajes, Settembrini y Naphta, de ideas muy opuestas en relación a temas políticos, filosóficos y religiosos, y cuyas extensas discusiones, presenciadas por Hans, resultan muy densas, además de tensas y agotadoras. En el tramo final, sin embargo, conocerá a Mynheer Peeperkorn, breve y curioso personaje que le dejará una grata impresión, sobre todo en las confidencias tratadas entre ambos.
El interés amoroso queda marcado por cierta ambigüedad planteada por el autor en relación al pasado de Hans (con un ya muy lejano chico, Pribislav Hippe), que se refleja en Clawdia Chauchat, amante quizás algo superficial y pasajera. Este tema del amor se unirá junto a otros como la muerte, la enfermedad, la música, el aislamiento, el olvido progresivo en relación a su propia familia y al "país de abajo", en medio del transcurrir inexorable del tiempo. Será con la llegada del "trueno", es decir la Gran Guerra (1914), en la que Hans, "el hijo mimado de la vida", alistado como soldado (un cambio algo brusco, incluso irónico), se jugará su destino. El final abierto permite al autor reflexionar sobre un porvenir donde aspira a que el espíritu y el amor se eleven sobre la "fiesta mundial de la muerte".
Obra que expresa el sentir de una época, con sus matices, reflejo a su vez de una transición en el pensamiento del autor alemán, uno de los grandes clásicos contemporáneos de la literatura universal.
Llevaba muchos años queriendo abordar esta obra. Esperaba un tiempo propicio para leerla con continuidad. Criticar una obra de un premio Nobel, un autor consagrado por el tiempo e infinidad de lectores, incluso ponerle una nota baja me produce rubor. Su argumento no se compadece con sus 949 páginas; es una síntesis que para bien o para mal no son ni aproximación a su globalidad. En mi opinión es una novela filosófica en la que el autor habla de multitud de temas a través de sus personajes y mediante diálogos interminables, y muchas veces ininteligibles, utilizando como escenario un hospital antituberculoso en medio de altas montañas suizas. En los primeros capítulos la descripción del hospital, su régimen interno, sus pacientes, médicos y sus interrelaciones, es atractiva, pero poco a poco el autor se va adentrando en aspectos filosóficos, digresiones de poco interés, aparición de nuevos personajes, alguno de ellos grotesco, poco creíble. Creo que fue Savater el que dijo en una ocasión que las novelas filosóficas envejecen mal. Esta, en mi opinión, es una de ellas.
Resulta en general una novela fría, con poco ritmo narrativo, sin sentimiento, con conversaciones rígidas, acartonadas, sin alma.
Me ha sido difícil terminarla ya que está escrita con gran minuciosidad y es muy densa, aunque el esfuerzo merece la pena. Los coloquios filosóficos son largos pero fascinantes. Lo que más me ha gustado son las reflexiones que hace sobre el paso del tiempo.
Un clásico. Muy al estilo del escritor, la historia se desarrolla de una manera lenta y pausada, entre medias reconocemos a distintos personajes con unas cualidades que quizás no resulten tan apasionantes como en novelas de otros autores, pero en los que el escritor refleja maneras de ser bastante singulares en una situación también muy peculiar.
Libro excepcional. Una montaña en lo más profundo, donde la enfermedad y el goce se confunden, donde la descomposición física y la belleza son las dos caras de la misma moneda, donde el tiempo no es el tiempo que conocemos y vivimos en la vida normal. Además dialéctica de ideas en el antes y después de la Gran Guerra, ambientación excepcional, etc...
No negaré que he aprendido, y que en algunos momentos he disfrutado intensamente. Pero también me he aburrido, he suspirado y me he ofendido por el desarrollo de la historia.
¿Una buena novela? Puede ser. ¿Una obra magna? No me lo parece.
Uno de los mejores libros que he leído en mi vida. Imperdible clásico de la literatura mundial. Después de leerlo, sin dudas habrás ampliado tu nivel de cultura general.
Es un escenario en el que el tiempo, a medida que transcurre, cambia la forma de ver la vida para los que viven en un sanatorio de tuberculosos, muchas veces esperando la muerte, otras veces yéndose para luego regresar o no volver jamás. A pesar de lo extenso es una obra agradable para leer, si bien en ocasiones las discusiones filosóficas se hacen un tanto complejas, la personalidad de los individuos involucrados (Setembrini y Naphta) y de los distintos personajes hacen que no sea del todo una lectura pesada. Es una historia con momentos tristes, otros de profunda reflexión y algún tinte de humor, aunque el final es un tanto inesperado.
¡Con que elegancia y sensibilidad nos sumerge el autor en esa micro sociedad formada por los residentes burgueses de un sanatorio centro-europeo de principios del s XIX!