Resumen y sinopsis de El fin de la eternidad de Isaac Asimov
En el siglo XXVII, la Tierra funda una organización llamada Eternidad, enviando sus emisarios al pasado y al futuro para abrir el comercio entre las diferentes épocas, y para alterar la larga y a veces trágica historia de la raza humana. El proyecto estaba integrado sólo por los mejores y más brillantes exponentes de cada siglo: personas que dejaron de lado sus propias vidas para dedicarse a servir a los demás. Para hombres como Andrew Harlan, Eternidad representaba mucho más que un trabajo: era su vida, su amante, sus hijos, su familia. Pero cuando viajó al siglo cuatrocientos ochenta y dos, no pudo evitar enamorarse perdidamente de una hermosa no-eterna llamada Noÿs Lambent. Ahora, perseguido por una burocracia todopoderosa, Harlan y su amada escapan entre los siglos, buscando romper todas las reglas que sean necesarias para preservar su futuro juntos. Incluso si para ello deben destruir la propia Eternidad...
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Las novelas de Asimov, aunque sean ciencia-ficción, siempre tienen un trasfondo que habla sobre algún aspecto de la naturaleza humana a lo largo del tiempo. En este caso creo que trata de plantear el dilema sobre qué es mejor para estimular el progreso científico de la humanidad: una vida fácil y asegurada, o una vida de incertidumbres y retos por resolver. El autor se decanta claramente por la segunda opción. Para ello recurre a la teoría darwiniana de la selección natural y la evolución para argumentar su elección. Por otra parte, es una novela amena y que se lee fácil. Lo de menos, porque creo que es demasiado incompresible, es la explicación de cómo se ha conseguido viajar en el tiempo y el uso que se hace de este invento.
Muy entretenida, me atrapó durante algunos pasajes. Sin embargo, los personajes me parecen muy planos y el protagonista excesivamente inteligente.
Lo primero que he leído de Asimov y me ha sorprendido muy gratamente.
Historia de viajes en el tiempo, amor, filosofía, intriga... ¡qué más se puede pedir!
El cerebro te puede echar chispas con las tan manidas paradojas espacio-temporales.
En mi caso me quedé con la sensación de que se me escaparon detalles (pienso que es un libro que bien puede requerir una segunda lectura).
Bajo mi humilde. opinión, una de las mejores novelas de ciencia-ficción de todos los tiempos. Y no solo eso: Asimov condensa en sus páginas no solo las paradojas espacio-temporales propias del género, sino que la novela es un magnífico exponente también del género policíaco, filosófico (con reflexiones políticas muy interesantes) e incluso amoroso. De lectura amena y adictiva. Un clásico de entre los clásicos.
Novela que condensa las principales virtudes como escritor del utopista Asimov; diálogos muy trabajados que desarrollan la trama, amenidad narrativa típica de la mejor ciencia-ficción (podría ser un ejemplar relato de suspense, o policial), imaginación y fantasía desbordantes expresadas mediante conocimientos científicos, y especialmente, creación de conceptos sugestivos, insólitos, como en este caso, la existencia de una organización de viajeros temporales que intervienen en cada siglo de la historia humana futura para salvaguardar a la humanidad de cualquier alteración o peligro grave. Sin embargo ¿qué ocurre cuando algo tan trivial como el amor interviene en la ecuación, llegando a cuestionar la misma ética del sistema? Muy bien descrito el súbito enamoramiento del ingenuo protagonista y cómo su mundo lógico y racionalista se tambalea. El autor sorprende con constantes giros (las manipulaciones a las que es sometido nuestro héroe y su proceso de descubrimiento), orientando al lector en cuestiones un tanto complejas y espinosas (las eternas paradojas del viaje espacio-temporal, vaya)... aún así, va más allá y hace una reflexión final sobre la necesidad de libertad para el progreso humano, de asumir errores y correr riesgos para que nuestra especie pueda evolucionar y hacer realidad retos nunca imaginados.
El planteamiento del libro es realmente alucinante y de una originalidad increíble. Muy bien hilvanados todos los acontecimientos de principio a fin, con un desenlace genial, aunque un poco previsible. De muy fácil lectura y comprensión a pesar de los tecnicismos. Sin embargo, no puedo darle una puntuación tan alta como merece la historia porque realmente odié al personaje principal, Andrew Harlan. Un tipo anodino, inseguro, irritable, contradictorio en su accionar, pesimista y egoísta, que cayó como un tonto en cada una de las manipulaciones de las que fue objeto (a pesar de su “inteligencia”). Por otra parte, los sentimientos que en él se supone que justifican saltarse todas las reglas de la Eternidad, están tan mal descritos y carentes de emoción que, al final, no los justifican.
Novela de ciencia ficción buenísima. Increíble cómo Asimov es capaz de describir algo tan complejo como los viajes por el tiempo de una forma tan sencilla allá por el año 1955; esto hace que la novela sea muy fácil de seguir y que te atrape desde el inicio. Las primeras 20 páginas quizá sean bastante espesas pero, una vez pasadas, es imposible dejar de leer el libro.
Una novela sobre viajes en el tiempo literalmente espectacular, desde las ventajas y consecuencias que se pueden causar al realizar tales viajes, desde puntos de vista filosóficos en algunas ocasiones, muy fácil de entender y recomendable.
Ciencia ficción de la buena con toque “filosófico” y magníficamente contada.
Su enorme y sorprendente complejidad hacen del trabajo de Asimov una de las más grandes obras de arte dentro de la ciencia ficción pura.