Resumen y sinopsis de El último encuentro de Sándor Márai
La búsqueda de la verdad como fuerza liberadora, como soporte ético imprescindible para sobrellevar el transcurso de una vida, está en el centro de esta novela magistral, que tras permanecer en el olvido durante más de cincuenta años fue rescatada por la prestigiosa editorial italiana Adelphi y se colocó rápidamente en el primer puesto de las listas de libros más vendidos de Italia. La tremenda exactitud de su prosa, apenas atemperada con un barniz de refinada melancolía, unida a la vigencia de sus propuestas morales, sitúa a Sándor Márai entre los grandes escritores europeos de este siglo. Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron elegantes veladas y cuyos salones decorados al estilo francés se llenaban de la música de Chopin, ha cambiado radicalmente de aspecto.Ha participado en esta ficha: arceibe
Me gustó cómo iba permitiéndome jugar con algunas conjeturas que podían cumplirse o no. Propone una cantidad de interrogantes la historia que atrapan y consiguió hacerme parte y tomar partido. Vale la pena porque es de rápida lectura y porque tiene diálogos que rozan el monólogo y no son incómodos. Lo primero que leí de Sándor Márai y pienso adentrarme en su obra.
La trama gira alrededor de la amistad de sus dos protagonistas y de una serie de acontecimientos que se producen entre ellos. De esta historia emanan temas trascendentales como qué es la vida y cuál es su sentido, la naturaleza de las pasiones humanas, el perdón o el amor. Todo ello perfectamente escrito y con gran belleza en su narración, para saborearla despacio. En definitiva, literatura de calidad.
Un libro que atrapa desde la primera página de tan bien escrito que está. Leerlo es dar un paseo de alta literatura. Es corto pero se hace largo porque uno espera una respuesta ingeniosa que se va haciendo de rogar. La lectura se va convirtiendo en la búsqueda de esa respuesta, que el protagonista también espera. Así que el autor y el protagonista están jugando todo el rato con el lector.
Por otra parte es un libro sobre las amistades que duran... o no... que todos hemos tenido.
Es una historia interesante y bien entrada que mantiene el interés por la obra en todo momento. El final es algo decepcionante.
Inevitablemente decepcionante, El último encuentro, es una de esas novelas que crea muchas expectativas que luego no cumple. Y es que, a pesar tener menos de 200 páginas, la lectura se vuelve pesada en extremo, gracias a las reflexiones extensas y a los detalles nimios y sin interés con los que el autor castiga a los lectores.
El primer libro de Sándor Márai, el autor de esta novela, me ha parecido un ejercicio literario sublime. Y es que, indudablemente, Márai es un buen escritor, con un estilo de escritura refinada y elegante, gracias a una prosa armoniosa y muy fluida, con un lenguaje, en ocasiones rebuscado y muy pedante y unas descripciones preciosas, pero tan profundamente detalladas que acaban aburriendo. Y por último, pero no menos importante, los personajes, de los que poco puedo decir, porque no conoces prácticamente nada de su personalidad. Pero, curiosamente, a pesar de mantener esta incógnita sobre el carácter de los dos personajes principales, están tan bien hechos que resulta increíble que puedas hacerte una idea exacta y precisa de sus emociones y pensamientos a lo largo de todo el libro.
El último encuentro, nos cuenta una historia donde se mezclan la nostalgia, la venganza y el amor, de forma un tanto convencional, pero a la vez, única y original. Y es que como ya nos indica el título, la historia narra la reunión que dos hombres mantienen al final de su vida. Les une una vieja amistad, fruto de los años de infancia en un frío internado, y el recuerdo devastador de una mujer que los dos amaron. A partir de ahí, se entabla un diálogo, que tiene por objeto esclarecer ciertas circunstancias del pasado, mientras que el autor nos ahoga con divagaciones filosóficas de corte personal, descripciones emocionales demasiado profundas o simplemente con un aluvión de datos sin más propósito que el ornamental. Pero, y aún con todo eso, no puedes dejar de leerlo, porque estás convencido de que al final, valdrá la pena. Lamento decir que no es así. Y es que el desenlace, además de ser abrupto, me resultó poco explicativo y menos original. Es casi como si el autor no supiera como acabarlo y hace lo más sencillo que es dejar al lector con sus propias especulaciones sobre lo que pudo o no ser.
Definitivamente, El último encuentro es de una enorme calidad, en cuenta al cómo está escrito. Pero consta de una historia que, aunque crea mucha expectación, muy pronto se desinfla, convirtiéndose en una lectura tediosa que terminas a duras penas. De todas formas, y visto como escribe el autor, es más que probable que este sea mi “último encuentro” con su literatura.
Excelente novela, empieza lenta y nostálgica hasta que se encuentran los dos amigos, ahí la novela aumenta en tensión, las descripciones ganan en precisión y detalle, pero sobre todo y lo que llama la atención son las interesantes reflexiones sobre la amistad, la fidelidad y el honor.
Una reflexión sobre la amistad, el amor, la juventud, la vejez. Muy bien escrito, hay que leerlo lentamente para poder apreciar las ideas, las imágenes, las metáforas. Lo de menos es la trama, aunque se mantiene un cierto misterio hasta el final.
Si pudiera definir el libro en una palabra sería Hermoso.
Novela con narrada con una belleza y melancolía que desborda. Lo leí casi obligado y con dudas y se convirtió en uno de mis favoritos.
Un tratado sobre la amistad, la delicadeza, el perdón y la aceptación del destino. Una belleza que hay que saber paladear, ya que se va derritiendo muy lentamente, tal el ritmo de la obra. Una joya.
Novela corta y altamente descriptiva ( cualidad que suele disgustarme ) y que sin embargo ha conseguido envolverme y atraparme como pocas.
La novela está cargada de reflexiones filosóficas sobre la amistad, el amor, el sentido de la vida...El secreto guardado entre ambos protagonistas mantiene una intriga constante a lo largo de todo el relato, justificando, demandando, el sentido de un final...
Un final, que cuando llega, no hace sino constatar, que el arte de escribir es esto.