Resumen y sinopsis de El contador de arena de Gillian Bradshaw
Adelantado a su tiempo y conocido universalmente por el célebre principio que lleva su nombre, el griego Arquímedes fue un pionero del actual método científico, además de notable matemático y pensador. Discípulo de Euclides e hijo del astrónomo Fidias, su azarosa vida resulta tan apasionante como formidable el poder de su intelecto. En esta rigurosa novela histórica, Gillian Bradshaw —autora de grandes éxitos como El faro de Alejandría, Púrpura imperial, Teodora, emperatriz de Bizancio y El heredero de Cleopatra— presenta al lector un Arquímedes de carne y hueso, un ser humano excepcional que, inmerso en la convulsa época que le tocó vivir, tuvo que enfrentarse a múltiples dilemas Deslumbrado por las maravillas de Alejandría tras una estancia de tres años y decidido a radicarse allí para siempre, el joven Arquímedes se ve obligado a volver a Siracusa, su ciudad natal, para ocuparse de su padre enfermo. El contraste no puede ser mayor: de la deslumbrante cuna del saber ha pasado a una ciudad entregada a los frenéticos preparativos para una cruenta guerra contra la poderosa Roma. Convertido por las circunstancias y el destino en el principal artífice de los ingenios bélicos con que se intentará repeler la invasión del coloso romano, Arquímedes atrae la atención del tirano Hierón, quien intenta retenerlo a toda costa en su corte. Y pese a que el mayor deseo del genial griego es volver a Alejandría para perfeccionar sus conocimientos y reunirse con Marco, el leal esclavo que lo ha acompañado desde siempre, un inesperado motivo lo empuja a permanecer en Siracusa, un motivo que ni siquiera su pasión por el saber y la ciencia podrá obviar y que, a la postre, lo obligará a recorrer un sendero salpicado de gloria, amor, guerra y traición.
Para mi gusto, la autora se recrea más en el desarrollo doméstico por decirlo de alguna manera mezclándolo con parte de la biografía de Arquímedes, y dejando casi en segundo término la lucha contra Roma. Y para mi gusto hay muchas páginas que sobran y otras que debieran extenderse algo más: mezclando acción, guerra, amor y política. No consiguiendo crear una trama que te atrape en todos sus capítulos. La novela quiere cruzar el talento y sabiduría de Arquímedes (Siracusa, actual Italia, h. 287 a.C. - id., 212 a.C.), con la primera guerra púnica, cuando Roma tras varios años de ataque a Siracusa no consigue apoderarse de ella en manos del tirano Hierón que logró mantenerse frente a Roma con las máquinas inventadas de Arquímedes, que murió cuando los romanos la invadieron, llevándose todo por delante y matando al mayor sabio de su tiempo. Cuando, el año 272 a.C., la colonia griega de Tarento, en el Sur de Italia, cayó en manos de los romanos, acabaron con Arquímedes sin saberlo.
Buen libro, buena narrativa, con lenguaje sencillo y ameno donde podemos hacernos una idea de la que pudo ser la vida de Arquímedes y que desgraciadamente coincidió con las guerras púnicas. Interesante para aprender un poco de historia.
Simple e infantil. La autora trata al personaje de Arquímedes con todos los tópicos de los grandes genios: despistados, ausentes de los problemas cotidianos; sólo pone toda su atención cuando se trata de problemas matemáticos. La construcción de catapultas solo es un medio para ganarse la vida. Pero lo que es destacable en todos los genios es que construyen armas bélicas eficaces; pero cuando ven sus mortales consecuencias, reniegan de ellas. Algo parecido le ocurrió a Einstein con la bomba atómica. Además no hay tensión entre los personajes. Las disputas entre Arquímedes e Hieron son de risa; como si fuera una disputa fingida. El libro trata una parte de la vida de Arquímedes muy concreta: el primer sitio de Siracusa. Ni lo de antes ni lo de después cuenta. Para eso que se dedique a escribir historias cortas.