Resumen y sinopsis de Lo mejor que le puede pasar a un cruasán de Pablo Tusset
¿Qué ocurre cuando Pablo Baloo Miralles, treintañero inadaptado y vacilón, holgazán, misógino, prostibulario, además de pariente pobre y conocido filósofo en la Red, se topa de hocicos con el misterio en un barrio pijo de Barcelona?
A bordo de un deportivo con aire de pantera Bagheera, y con un humor inteligente, excéntrico y mordaz, Miralles nos conduce por una intrigante trama salpicada de alegrías etílicas, escarceos venéreos y páginas Web de dudoso contenido: el esclarecimiento de la repentina desaparición de su hermano, The First, presidente de Miralles & Miralles, la prospera empresa familiar. ¿Una fuga con la amante?, ¿la venganza de algún competidor estafado?, ¿un secuestro?
Siempre de la mano de este tan impresentable como simpático Baloo de entre siglos, conoceremos a muchos personajes pintorescos: Gloria, la cuñada alcohólica con veleidades literarias; el patriarca Miralles, «difícil síntesis entre Winston Churchill y Jesús Gil»; el iracundo John, profesor de ontología en Dublín y coautor de una Teoría de la Realidad Inventada a medio postular; o la inefable Fina, heroína naïf de busto meritorio, cuyas aspiraciones románticas sobreviven a cualquier desaire. Pero lo que empezó como una misteriosa desaparición irá adquiriendo calidades oníricas y terminará llevando a nuestro Pablo Baloo hasta la Fortaleza: una invisible ciudadela incardinada en la entraña misma de esta nueva Barcelona de los prodigios.
Ha participado en esta ficha: sabrinasg
Me pilló joven y me reí muchísimo.
Me ha sorprendido y gratamente este libro. Una historia fresca, alegre y divertida que hace pasar al lector un buen rato. Tal vez un poco extensa, pero aún así amena.
Historieta voluntariamente absurda de las andanzas de un tipo por Barcelona, buscando a su hermano desaparecido y, mientras tanto, disfrutando de los placeres que le ofrece su vida de tarambana. Nada del otro jueves. Para olvidar
Libro simple en el argumento y que va de menos a más. Se trata de investigar la desaparición del hermano del protagonista y su amante, duda que el autor mantiene durante tres cuartas partes del libro. En ellas nada importante sucede, entre soeces relaciones sexuales y sustancias poco recomendables en la ciudad de Barcelona. Lo mejor es pues la resolución de ese enigma, aunque desgraciadamente sólo ocupa la parte final. El lenguaje es muy sencillo, como si el libro estuviera dirigido para lectores adolescentes. Es un libro para pasar el rato, no esperes más.
Lo mejor que le puede pasar a un cruasán es un esperpento literario, cuya principal ventaja es tener un nombre llamativo. Y es que esta insulsa mezcla de géneros no funciona ni a patadas. Como novela negra se queda muy corta y como libro cómico, deja muchísimo que desear.
La opera prima de su autor, Pablo Tasset, solo puede explicarse bajo la influencia del alcohol y/o las drogas más duras que existen. Ya que, incomprensiblemente, esta especie de "Torrente" literario ha sido todo un éxito, con una trama que hace aguas y un protagonista, definición meritoria y absoluta del término "escoria humana".
Su calidad literaria deja muchísimo que desear. El estilo de escritura es tan mediocre como el autor. Prosa simplísima, llena de un lenguaje soez y vulgar, con cientos de chistes escatológicos y, lo que es aún peor, ni pizca de gracia, acompañados de unas descripciones que, resultan parcas, sencillas y planas. A todo ello hay que añadirle la clásica estructura de diario, aunque más caótico de lo normal, y unos personajes, tan mal construidos como el resto de la novela.
Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, narra una historia que hace aguas de principio a fin. En teoría, acompañamos a Pablo Miralles, metafísico de "profesión", tocanarices aficionado, que vive de las enormes rentas de su papi millonario, a lo largo de la búsqueda de su hermano, radicalmente opuesto a él, que ha desaparecido en extrañas circunstancias. En principio suena muy bien. Y lo sería si el misterio ocupara algo más de espacio en la trama. Y es que más de la mitad del libro, lo perdemos en observar como Pablito aburre a las ovejas con su "Metaphisical Club", come como si no hubiera mañana, fuma porro tras porro, bebe hasta caer redondo y comparte cama con alguna que otra fémina, lo bastante loca (o drogada) como estar al lado de semejante ejemplar humano sin echar a correr. Así que de casi 500 páginas, sobran unas 300, más o menos. Lo mejor es que la cosa empieza animarse cuando quedan unas 50 páginas para el final. Desenlace que resulta un tanto confuso, abrupto y, para que negarlo, igual de nefasto que el resto del libro.
En definitiva, Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, es otra novela abominable que ha logrado una fama totalmente inmerecida. Creo que hay muchísimos mejores libro de humor, ya que en este caso casi siempre, brilla por su ausencia.
No se a los cruasanes, pero lo mejor que os puede pasar a vosotros es que nunca os crucéis en el camino de esto.
Una novela policiaca al estilo cómico, te ríes y diviertes mucho, no se le ve grandes pretensiones y por eso es un libro tan sencillo cómo la sonrisa que se te queda mientras lo lees.
Libro muy entretenido. Argumento fácil de seguir y con sorpresa al final. Sin lugar a dudas, lectura recomendada.
Entretenido y divertido para según que gustos. La gracia del libro es su personaje personaje principal y los lios en los que se mete casi sin quererlo. Tusset da vida a un personaje grotesco que actúa a modo de "antihéroe" y al estilo de los personajes decadentes y ácidos de Buchovsky. Se convierte en detective por inercia siendo un tipo vividor , vago y sin ningún sentido de la responsabilidad. Un personaje que pese a sus cualidades se ha echado a perder. A medida que la historia avanza descubre cosas que no dejan de enredarse hasta el final , siempre bajo un sentido del humor ácido que una de dos; o te encanta o lo odias.
Se puede leer, pero no lo recomendaría especialmente. Tiene sus puntos de gracia, la historia que pretende ser de intriga no tiene mucho atractivo, destaca lo vulgar y soez del protagonista, en contraste con su hermano. El final no me ha gustado.
Libro escrito al estilo Eduardo Mendoza, es decir: inconexo, sátiro, divertido e incluso por momentos tiene salidas de tono que invitan a la risa, si bien a mi entender, aunque en la tramas los libros de estos autores a veces, no tienen nada de convencional, para mí son surrealistas (la mayoría).
Creo que el propósito de estos autores, yo me lo paso bien leyendo una buena novela, profunda, seria, documentada... pero con estos libros también y cuando los cojo, los leo en dos o tres noches. El final de este en concreto, no es una lumbrera, pero cumple de sobra con el resto del libro al divertir al lector.