Resumen y sinopsis de El filo de la navaja de William Somerset Maugham
Un hombre, Larry Darrel, mira atrás y no se ve a sí mismo. No está muerto, ha sobrevivido a la Gran Guerra y ya nada puede ser como antes. Necesita renacer y encontrarle sentido a su vida. Larry romperá su compromiso de boda y renunciará a su radiante porvenir en el mundo de las finanzas. París, la India y el Tibet serán algunos de los escenarios en los cuáles buscará otro modo de enriquecerse: en sabiduría y en conocimientos, sumergiéndose en nuevas culturas y espiritualidades. Sin Darrel, la vida continúa en Chicago, en donde Isabel ha renunciado a esperarle y el crak del 29 amenaza fortunas y sueños de oro. Novela imprescindible de uno de los autores más leídos del siglo XX. Un viaje al interior de la condición humana, un testimonio extraordinario que el propio Somerset Maugham nos cuenta en primera persona sobre la búsqueda de la paz espiritual y la felicida de vivir.
Ha participado en esta ficha: bclaudia
El autor relata sus vivencias con unas personas que conoció, sobre todo relata la historia de Larry, que está buscando algo en la vida que no sabe qué es…
Me ha gustado la forma de narrar del autor; la primera parte del libro no está mal, aunque estaba esperando que pasara algo que me emocionara, pero no…
Ya las últimas 60/80 páginas son un tratado filosófico acerca de las religiones, la vida, la búsqueda de la felicidad, etc., que no me ha gustado, nunca ha sido mi temática favorita. Para mí, no valió la pena leerlo, y eso que está considerado uno de los “buenos” de todos los tiempos; supongo que en 1944, cuando se publicó, fue una de las mejores novelas, pero para mí no ha envejecido bien. Hay novelas anteriores en el tiempo que es un placer leerlas hoy en día, no es el caso de esta.
Extraordinaria novela.
Otra muestra del enorme talento de un escritor que quizá por haberse conducido con discreción y no haber protagonizado grandes escándalos, no ocupe la preeminencia que merece.
Aquí se introduce en la historia actuando muy acertadamente de hilo conductor dándole gran verosimilitud a la psicología y conductas de los personajes que nos presenta.
Larry Darrell e Isabel Bradley son de esos personajes que uno incorpora a su propio Panteón literario.
"La sabiduría es encontrar el justo equilibrio entre las necesidades del cuerpo y del espíritu ", para mí también la felicidad.
Primorosamente escrita, esta novela se mueve desde el cielo de las obras maestras hasta la tierra de las mediocridades utilizando como frontera la crisis del 29. Hasta ese momento, la narración es magnífica, con unos protagonistas extraídos de la chistera de los grandes escritores. A partir de la mitad de la obra, sin embargo, la historia se deshilvana, pierde garra e interés. Da la impresión de que el autor es consciente de ello e introduce para salvarla a nuevos personajes que no están a la altura de los iniciales. El penúltimo capítulo, dedicado a una reflexión de Larry sobre la filosofía hindú y las religiones orientales, suena a ladrillo de tesis. Algo se recupera a continuación la novela que deja finalmente en este lector una amarga sensación de oportunidad perdida para la historia de la literatura.
Novela magnífica. El pasaje de los últimos momentos de vida del marchante, me impresionó. La digresión final sobre aspectos de filosofía o religión orientales, la verdad, no me atrajo ni interesó. Por lo demás, estupendo "las norteamericanas exigen a sus maridos un grado de perfección que las inglesas demandan solo a sus criados".
Este libro es un tesoro. Creo que es de las novelas más completas que he leído. Tiene un trasfondo filosófico que se equilibra a la perfección con el desarrollo de la historia, con el retrato del mundo de entreguerras, con la evolución de los personajes, etc. Pero lo que más me convence es el estilo de Maugham y su propia implicación en la historia (a modo de narrador), porque es un puente entre los dos mundos que se describen. Por así decirlo, es tan pijo como bohemio, sabe estar en todas partes, y por eso consigue una gran fluidez.
Un libro con un clarísimo trasfondo sociológico. Lo guardo cual joya.
Agradable lectura. Novela de lenguaje directo, con descripciones detalladas y precisas donde destaca sobre todo en la creación de los personajes tanto en su forma física como en la psicológica, la verdad es que los personajes de la novela es lo mejor de la misma, dando una riqueza , atención, verosimilitud y fuerza a los diálogos que mantienen entre ellos.
La trama de la novela la situamos en el periodo de entreguerras de la primera y segunda guerra mundial. A traves de la pluma de Maugham que es personaje, observador y narrador de la novela vemos como evoluciona , como vive la alta burguesía y la aristocracia en Europa y EE.UU. Interesante los personajes principales de la novela, tanto Elliot como Larry. Los dos tan parecidos y tan diferentes que los situamos en los dos extremos de la sociedad. Son parecidos porque los dos tienen bondad , son buenas personas, pero en su búsqueda de la felicidad son polos opuestos. Elliot es un hombre superficial, sujeto a las normas , pensando en el que dirán los demás de él y busca la felicidad en el reconocimiento de la sociedad y es capaz de hacer cualquier cosa que sea necesario para ello. Larry es todo lo contrario, las normas sociales nada le influyen y busca su ideal y camino dentro de si mismo y al igual que Elliot intenta hacer todo lo necesario para encontrar esa fe, esa felicidad.
A través de un relato entretenido y reconfortante se plantea una interesante cuestión vital: ¿Porqué tengo que seguir el camino marcado? Pregunta que se hace al volver a casa un héroe de la 1GM al haber visto la muerte de cerca y encontrarse con la posibilidad de llevar una vida segura, socialmente respetable y de abundancia.
Es una novela-relato, en la que el mismo Somerset Maugham muestra, por un lado, la vida social de la clase alta y refinada en Europa y Estados Unidos luego de la primera guerra y, por otro lado, la historia de Larry, un personaje de ese espectro social que decide cambiar radicalmente su vida, hasta entonces snob y políticamente correcta. La primera de las premisas el autor la cumple con creces y resulta hasta irritante; la segunda, para mí la más interesante, deja al lector con ganas de más. Se asoma a un razonamiento filosófico profundo, pero no termina de zambullirse en él. De todos modos, es interesante sin duda.