Resumen y sinopsis de El aprendiz de conspirador de Pío Baroja
El aprendiz de conspirador empieza presentándonos la figura de Pello Leguía, imaginario pariente de Baroja, criatura hecha a imagen y semejanza del escritor, y al que su autor atribuye la función de transcribir los cuadernos de las Memorias de un hombre de acción, alguien cuya manera de ser le lleva a: «andar y andar tierras, divisar nuevos horizontes, cambiar de paisajes, comer aquí, dormir allá..., no volver nunca mirada atrás». Aparece también Aviraneta, y tendremos noticias de su niñez y primera juventud en Madrid, Pamplona y Guipúzcoa.
En este relato el autor explica cómo han llegado a sus manos los cuadernos de don Pello de Leguía y Gaztelumendi, que constituyen precisamente el texto de las Memorias de un hombre de acción. Explica igualmente por qué al final se ha decidido a dar esos cuadernos a la imprenta y cómo, cuando el editor tuerce el gesto al ver el nombre de Leguía, determina aparecer él mismo como autor, aunque, para que no le remuerda del todo la conciencia, añade al texto algunas disgresiones.
No me han enganchado estas Memorias de un hombre de acción, cuya primera novela (de un total de 22) es este "El aprendiz de conspirador", así que no seguiré con más novelas de la serie. En ocasiones me ha recordado a aquellos folletines que escribía, entre otros muchos, Manuel Fernández y González, del que tuve la desgracia de leer sus historias del Tempranillo, literatura de muy mala calidad, aunque resultase en ocasiones desternillante. Pío Baroja es un buen escritor, muy por encima del citado folletinista, pero no tanto como para meterme entre pecho y espalda más de 2.000 páginas. Me conformo con haber leído alguna de sus trilogías, que sí tienen un nivel notable.