Resumen y sinopsis de Tiempos difíciles de Charles Dickens
En la vida lo único que interesa son los hechos. Con estas palabras del siniestro Mr. Gradgrind empieza la novela Tiempos difíciles, una novela en la que desde el inicio hasta el final el tema es la desesperada búsqueda de la felicidad por parte de sus personajes. Situada en una ciudad industrial del norte de Inglaterra, el lector es testigo de la lenta y progresiva destrucción de la doctrina de los hechos, la cual pretende ser implacable pero que, filtrándose en la vida de los personajes, los remodela, hundiendo a algunos y a otros infundiéndoles nueva vida. Tiempos difíciles es la novela más crítica y apasionada de Dickens y al mismo tiempo, como todas las obras de este autor, es una ambiciosa exploración, profunda e inteligente, de la sociedad inglesa del hace dos siglos.
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Bueno y muy ameno, aunque no es la mejor novela de Dickens.
Retrato de la Inglaterra industrial que no deja en muy buen lugar los adelantos que conllevaron la Revolución Industrial. El apartado dedicado a los niños es el más interesante y el que se toma para representar a esta obra.
Fantástica visión de la crueldad y la humanidad de la revolución industrial que cambió el mundo. Las descripciones son realmente memorables.
Para todos es conocido que Dickens fue un escritor burgués, y que aún atento a las cuestiones sociales, en una época tan convulsa y cambiante como la suya, su clase impregnaba el prisma con que trataba tales acontecimientos. Así ocurre de forma muy clara en "David Copperfield", donde los personajes de las clases bajas despiertan compasión y muestran vicios a la par. Sin embargo, en "Tiempos difíciles", cuya idea bebe en parte del contacto de Dickens con conflictos laborales entre patronos y obreros, Dickens da una vuelta de tuerca a esta concepción, pues la crítica a la sociedad burguesa es la que prima, y no sólo en el ámbito económico, en tanto que el retrato de la parte siempre de su penosa situación. Tal que así, por momentos, en especial en el ecuador de la novela, la narración decae notablemente, muy descompensada con la parte anterior y posterior.
Este libro realmente no parece de Dickens.
Sus páginas son una crítica feroz a la inhumana explotación laboral producida por las fábricas y por las factorías industriales inglesas.
"Lo único que importan son las realidades y los hechos".
Esta frase, que aparece repetidamente en la narración, es la que marca toda la acción de la novela.
Sus páginas están impregnadas de denuncia social, de revolución obrera, de conflictos, y de oscuros secretos de familia.
Un cuadro victoriano bastante distinto a los creados anteriormente por el autor de "Oliver Twist", "David Copperfield" o "Grandes esperanzas".
Un relato interesante bastante olvidado, que es muy poco conocido por la mayoría del gran público.
Este libro es una verdadera muestra del ingenio de Dickens. Su lectura es amena y muy entretenida, ya que los personajes están construidos de manera muy hábil y coherente con los propósitos críticos del autor. La historia, además, es una mordaz representación de la nada equitativa sociedad industrializada de Inglaterra (y de todo el mundo posterior, embelesado por las «maravillas» de la Revolución Industrial) que, entre otras cosas, educaba a las generaciones más nuevas de manera restrictiva, frustrando todo intento de imaginar libremente mundos fantásticos diferentes al industrial. Ese es, en mi criterio, el elemento de mayor tensión en toda la obra: la educación subordinada a los intereses de la sociedad industrial, que no mira más que por sí misma y se lucra a expensas del bienestar de las clases empobrecidas y oprimidas.
Una obra que es muy crítica, hace un análisis profundo de la sociedad... Es una obra maestra.
Es un buen libro. Trata varios temas que son, creo, atemporales como la diferencia de pobres a ricos, las revoluciones laborales, la mentalidad retrógrada de ciertas personas, etc.
Dadme realidades y únicamente hechos: Con tan soberbia frase Dickens nos introduce en una obra maestra que es, en mí opinión, un libro excelso.
La primera vez que lo leí, no pude apreciar del todo la inmensa calidad de éste libro, pero tras unas relecturas más atentas, puedo dar un veredicto completo:
La historia es impresionante; la forma de llevar a cabo las miserias y de hilar todas las historias es digno de elogio, así como el final del libro y cada párrafo descriptivo de Dickens, pura poesía.
Los personajes avanzan y evolucionan de modo gradual mostrando personalidades verosímiles y melancólicas.
Una obra maestra de la literatura que considero debe ser leída por todos: "Lector, aférrate a los hechos", sublime.
Quienes criticaban a Dickens no escribir sobre los problemas de la clase trabajadora, simplemente, que lean este libro. No les defraudará.