Resumen y sinopsis de El arpista ciego de Terenci Moix
Las irreverentes peripecias de tres adolescentes -el músico ciego, su amigo flautista y el faraón- en el Antiguo Egipto
Una fantasía del reinado de Tutankamón. Sólo Terenci Moix podía unir el misterioso tema de la música en el Egipto faraónico con la irreverente consagración de Tutankamón como fetiche erótico. Esta narración, donde los hombres alternan con los dioses y la realidad con la fantasía más surreal, es una trasgresión de la novela histórica tradicional. La historia de tres adolescentes --el músico ciego, su enloquecido amigo flautista y el faraón-- se completa con una pléyade de personajes que van tejiendo historias apasionantes, ya por su humanidad, ya por su humor. Es un viaje iniciático, a veces un sueño astral, donde se juntan los grandes temas del amor y la muerte con una preciosista recreación de la vida cotidiana egipcia. Pero es también un brillante ejercicio literario y la quintaesencia del mundo de Terenci, un mundo que destaca por su absoluta originalidad y feroz independencia en la narrativa española actual. La muerte de Akenatón, el faraón que impuso un estricto y delirante monoteísmo, es el origen temático de El arpista ciego, la nueva y fascinante novela de Terenci Moix. Novela que es una consecuencia de El amargo don de la belleza. En una calle de Tebas han nacido Ipi, un niño ciego, y Jonet, un pillastre redomado. En la Ciudad del Sol, capital del hereje Akenatón, nace el mismo día el que se convertirá en el nuevo faraón, Nebjeperure Tutankamón. Las vidas de los tres niños, inicialmente dispersas, terminarán uniéndose gracias a una trama ingeniosa que culmina en un desenlace sorprendente y rebosante de ironía y ternura. El relato, narrado con un estilo coloquial, finge ser novela histórica pero de hecho es una fantasía surrealista (con anacronismos voluntarios incluidos), un alegato a favor de la tolerancia, y un verdadero despliegue costumbrista tratado con delicada precisión. Los temas preferidos de Terenci Moix: la vida inocente del patio de vecinas; la fascinación por el doble, la belleza y la juventud; el orgulloso desafío frente al paso del tiempo, la lucha entre la realidad y la fantasía, todos son tratados aquí de una forma renovada e inspiradísima.
Gracioso, coloquial, fantasioso, irreverente. Una sátira de la mitología egipcia en función a tres personajes: Ipi, Jonet y Tutankamón que se desenvuelven en un Egipto otrora tierra de faraones, que conviven y alternan con dioses, semidioses y estrambóticos seres que alimentan con hilarante inventiva esta entramada historia. Recomendable en menor medida que "No digas que fue un sueño".
lamagia2002El arpista ciego6
Después de leer No digas que fue un sueño, la verdad es que este libro no me ha enganchado en absoluto. Me ha costado terminarlo aunque sí reconozco que tiene buenos capítulos dónde el humor que caracterizaba al autor se hace presente. No es un mal libro pero no ha terminado de hacerme disfrutar con su lectura.
juandmonioEl arpista ciego9.5
Mágico relato donde mitología, realidad, amor y sueño se funden. Es una genialidad.
reah_29El arpista ciego8.5
Me encantó, aunque tengo que reconocer que había partes del libro en los que se me quedaba cara de "What?". Fue una delicia hasta el final, cuyo protagonista aúna sabiduría e inocencia a partes iguales, y con unos personajes e historias secundarias muy impactantes y entretenidas.
LuisCalEl arpista ciego8.5
Terenci es uno de mis escritores favoritos y el que más belleza expresa en sus novelas egipcias, ésta no es una excepción y me ha dejado muy contento: erotismo, poesía, historia, poesía, romanticismo, poesía, mitología y más poesía.
jujemuherEl arpista ciego7
Leído después de "El amargo don de la belleza" se disfruta aún más.
SamsaraEl arpista ciego7.5
Hilarante novela de Terenci Moix donde lo de menos es el argumento. Hace ya tiempo que la disfruté, pero todavía recuerdo cómo me miraba la gente en el autobús cuando la estaba leyendo, porque no podía parar de reirme. Y lo mismo le ha pasado a los amigos a los que se la recomendé.
La vida cotidiana en el antiguo Egipto, incluidos dioses y diosas del mas variado pelaje, contemplado desde la óptica personalísima de este autor, es un fresco desternillante de colores vivos y provocativos que no deja indiferente a nadie. Supongo que es mejor que se abstengan de leerla sesudos egiptólogos a la búsqueda de datos contrastados...., a no ser que quieran pasar un rato estupendo con las andanzas de una serie de personajes totalmente surrealistas, magistralmente retratados por la fina ironía y la desbordante imaginación de un autor tan culto como Terenci Moix, que demostró en esta novela que, a veces, es muy sano reirse de todo, incluso de uno mismo.
Gracioso, coloquial, fantasioso, irreverente. Una sátira de la mitología egipcia en función a tres personajes: Ipi, Jonet y Tutankamón que se desenvuelven en un Egipto otrora tierra de faraones, que conviven y alternan con dioses, semidioses y estrambóticos seres que alimentan con hilarante inventiva esta entramada historia. Recomendable en menor medida que "No digas que fue un sueño".
Después de leer No digas que fue un sueño, la verdad es que este libro no me ha enganchado en absoluto. Me ha costado terminarlo aunque sí reconozco que tiene buenos capítulos dónde el humor que caracterizaba al autor se hace presente. No es un mal libro pero no ha terminado de hacerme disfrutar con su lectura.
Mágico relato donde mitología, realidad, amor y sueño se funden. Es una genialidad.
Me encantó, aunque tengo que reconocer que había partes del libro en los que se me quedaba cara de "What?". Fue una delicia hasta el final, cuyo protagonista aúna sabiduría e inocencia a partes iguales, y con unos personajes e historias secundarias muy impactantes y entretenidas.
Terenci es uno de mis escritores favoritos y el que más belleza expresa en sus novelas egipcias, ésta no es una excepción y me ha dejado muy contento: erotismo, poesía, historia, poesía, romanticismo, poesía, mitología y más poesía.
Leído después de "El amargo don de la belleza" se disfruta aún más.
Hilarante novela de Terenci Moix donde lo de menos es el argumento. Hace ya tiempo que la disfruté, pero todavía recuerdo cómo me miraba la gente en el autobús cuando la estaba leyendo, porque no podía parar de reirme. Y lo mismo le ha pasado a los amigos a los que se la recomendé.
La vida cotidiana en el antiguo Egipto, incluidos dioses y diosas del mas variado pelaje, contemplado desde la óptica personalísima de este autor, es un fresco desternillante de colores vivos y provocativos que no deja indiferente a nadie. Supongo que es mejor que se abstengan de leerla sesudos egiptólogos a la búsqueda de datos contrastados...., a no ser que quieran pasar un rato estupendo con las andanzas de una serie de personajes totalmente surrealistas, magistralmente retratados por la fina ironía y la desbordante imaginación de un autor tan culto como Terenci Moix, que demostró en esta novela que, a veces, es muy sano reirse de todo, incluso de uno mismo.