Resumen y sinopsis de Teresa Raquin de Émile Zola
Cuarta novela de Émile Zola y la primera en la que toma forma el ideario naturalista. A partir de un trágico suceso ampliamente comentado en la prensa de la época, esta historia de pasión ineluctable, adulterio, asesinato y remordimiento en una oscura mercería del pasadizo de Le Pont-Neuf cosechó para el autor las más acerbas recriminaciones de los moralistas de la época.
La vida gris de Thérèse cambia por completo en el momento en que empieza su apasionada relación con Laurent, el mejor amigo de su marido, Camille. Thérèse y Laurent deciden asesinarle para amarse con libertad. Pero, a partir de ese momento, ambos viven atormentados, creen ver a Camille por todas partes, recordándoles el crimen que cometieron. La culpa, disfrazada de espectro, los perseguirá para siempre.
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Es un libro angustioso en el que la acción es mínima y los escenarios contados, lo que le da cierto aire teatral. Sin embargo, a diferencia del teatro, no son los diálogos lo que predomina, sino la agonía moral en la que viven los personajes y la degradación en la que se recrea Zola.
Frente a otras novelas del autor, aquí el protagonismo no está en la realidad social, ni en la lucha de clases, ni en la miseria... No hay coartada para el crimen y no hay un sueño, ni una lucha que justifique sus actos. Esa vacuidad de las primeras clases medias, sería, en todo caso, lo que está detrás, más allá de esos dos personajes principales y otros tantos secundarios que centran las páginas, tal vez excesivas, de esta novela.
Esta obra se hubiera podido resumir en diez páginas sin mayor problema. Es un cúmulo de arrepentimientos por parte de la esposa y el amante, los cuales se quitan de enmedio al marido para consumar su idílio. El sentimiento de culpa no les deja vivir en paz, pero está tan desarrollado que se me hizo algo pesado. Perfecto para una clase de Psicología o Psiquiatría.
Novela en la que veo clara influencia de "Crimen y castigo" salvando las distancias. Creo que es demasiado larga, puesto que da muchas vueltas a la angustia en la que se sumen los dos amantes, si bien hay partes muy brillantes como las visitas a la morgue. De todas formas no me ha defraudado.
Brillante novela que en su día recibió más de un varapalo exacerbado por parte de la crítica moralista.
Émile Zola exploró en ella las más bajas pasiones:
La desazón, el adulterio, el crimen y los remordimientos; eclosionan vivamente bajo una vena naturalista devastada de fogosas atrocidades y sanguinarias irracionalidades.
Sin duda influyó y abrió el camino a otras muchas obras de parecidas características.
Su turbadora lectura me ha traído a la memoria novelas bastantes posteriores como "La familia de Pascual Duarte" de Cela, "A sangre fría" de Truman Capote, o "El hijo de casa" del guatemalteco Dante Liano.
Acabo de leer Thérèse Raquin, qué obra tan brutal, Zola escribe con los colores más oscuros la pasión adúltera, el crimen, el odio y el remordimiento. Tienes que leerla, no le pide nada a Naná o a Germinal, excepto que esta es menos monumental pero es más profunda y con unos cuantos personajes construye un gran tragedia.
Buen libro sobre el adulterio, el crimen, el arrepentimiento y la venganza.
Escrita en 1868 cuando Zola contaba veintiocho años, narra la historia del amor y desamor que se hace asesino por una pasión carnal y emocional mal entendida y peor vivida. Los culpables se convierten más tarde en sus propias víctimas.
Narrada con un estilo directo y fluido, tan propio de Zola, y con un sentido naturalista tan descarnado que, a veces, resulta sorprendente; no es de extrañar que en su época recibiera más de una crítica no tan favorable.
Muy recomendable su lectura como toda la obra de este genial autor.
Entretenida historia de una pasión adúltera, un crimen y una venganza. Muy al estilo de Crimen y Castigo con un toque de Edgar Allan Poe, en donde sin ser fantástica ni sobrenatural la historia Naturalista de Zola penetra en el territorio de lo Gótico. Alucinación, locura, obsesión y espanto mantienen la tensión hasta la última página. Muy recomendable.
Zola lleva al extremo a los personajes en su laboratorio naturalista en esta joya del XIX. De lectura obligada.